sábado, mayo 4, 2024
- Publicidad -

Presupuestos desaprovechados

No te pierdas...

Al final va a tener razón el presidente del Gobierno al subrayar la ironía de su vicepresidente económico. Si la ironía, tomada en un sentido plano (es decir, poco irónico) es la figura retórica de dar a entender lo contrario de lo que se dice, Pedro Solbes ha hecho muy bien el papel de dar a entender, defendiendo como adecuados los Presupuestos aprobados ayer en el Congreso, que las cosas se nos han ido de las manos y las previsiones y los cálculos en que se basan se han ido al traste. El asunto, sin mayor ironía, es como sigue. Hace usted el presupuesto para un viaje, por ejemplo, y antes de partir se entera de que han subido las tarifas del avión, el precio del hotel y que, además, ha calculado mal el coste de las comidas. Prepara entonces las maletas y confía a sus acompañantes que, en vez de rehacer el presupuesto, lo deja como está porque no se va a pasar todo el tiempo ajustándolo en función de esta o aquella variable. Para aplaudir, como se ve.

El desajuste del Presupuesto, además, no es su único problema como instrumento para orientar la política a lo largo del 2009. Lo que revela el desajuste con las previsiones es que está elaborado sin considerar los dramáticos efectos de la crisis económica, que es la que debería centrar los esfuerzos mediante políticas y garantías que no estaban consideradas. Es difícil, en este sentido, confiar en el Gobierno y en los mecanismos presupuestarios de que se ha dotado para paliar, si no resolver, los efectos de una situación ya gravísima y que, al menos durante algún tiempo, tenderá a empeorar.

Se ha desperdiciado, por otro lado, la posibilidad de pactar los Presupuestos con el Partido Popular e incluso otros grupos parlamentarios mayores que los dos nacionalistas que los han apoyado, sin mayor convencimiento, simplemente por contrapartidas que, en estas circunstancias, suponen más gasto que contención. Un amplio acuerdo habría dado la impresión cierta de que el Gobierno y la oposición están unidos (es decir, son capaces de negociar, convencer y ser convencidos) hasta el resultado de unos Presupuestos -no como marco teórico, sino como instrumento eficaz- que responden a la crisis y aportan a los ciudadanos un punto de confianza, que falta a raudales, desanima y agrava aún más la situación.

No habría sido tampoco un beneficio menor el hecho de que un amplio pacto asegurara, en circunstancias tan especiales, el control de algunas aspiraciones nacionalistas (o asimiladas) por las que determinadas comunidades autónomas -cuyo gasto público es impresentable directamente o a través de empresas públicas- muestran una voracidad que ni casa con el sentido común ni, desde luego, con la crisis presente. Pero no se ha querido seguir esta vía: veremos en qué se concreta, es decir, cómo se cuantifica el apoyo del PNV y del Bloque en Galicia y las anunciadas conversaciones con el presidente Montilla después del respaldo un tanto mosqueado de los socialistas catalanes.

Los Presupuestos están aprobados, la actuación del Senado deviene una vez más inoperante, se mantiene la ciega tenacidad de socialistas, se constata que los apoyos son transacciones y nunca coincidencia pactada entre distintos grupos. ¿Es una ocasión para felicitarnos?

Germán Yanke

Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Últimas noticias

- Publicidad -