El president de la Generalitat catalana, Carles Puigdemont, ha manifestado hoy que si hay condena judicial por el 9-N «todos», entre los que se ha incluido, se sentirán «condenados» y las consecuencias irán «mucho más allá de la queja» porque sería un «menosprecio» a la voluntad «de ser y decidir».
En rueda de prensa tras reunirse con su homólogo valenciano, Ximo Puig, Puigdemont ha afirmado no obstante que espera que no se produzca una condena al expresidente Artur Mas o al exconseller Francesc Homs porque se trata de un asunto político que reclama «respuestas políticas», pero si se diera, habría consecuencias.
El presidente catalán ha calificado la jornada de hoy en el Tribunal Supremo como «el día de la vergüenza» porque es «inaceptable» que un responsable político tenga que declarar por una demanda penal relativa a que «la gente exprese su opinión a través de las urnas», en paralelo a que ministros «hayan destinado dineros públicos a financiar la guerra sucia» contra el independentismo catalán y «ni siquiera den explicaciones en el Congreso».
Para Puigdemont es «una paradoja» que condena y ha añadido que en su opinión no es «de madurez democrática» que un Estado sea capaz de juzgar a Mas, a Homs o a Irene Rigau por «este delito tan criminal que es haber permitido que los ciudadanos se pronuncien en las urnas».
EFE