sábado, mayo 4, 2024
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Los mecanismos del PP para relevar a Rajoy si decide dar un paso atrás

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«El mejor servicio que Rajoy haría al PP y a España es dar un paso atrás». Con esta lapidaria y polémica declaración, el expresidente 'popular' de Murcia, Alberto Garre, ha vuelto a agitar los ánimos en el Partido Popular. «Se trata de un clamor silencioso», ha rematado el murciano. Esta incendiaria afirmación se produce una semana después de que el presidente del PP, Mariano Rajoy, volviera a insuflar entusiasmo en sus filas con su réplica al socialista Pedro Sánchez durante el debate de investidura en el Congreso de los Diputados. Y después de que el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, haya advertido al PP de que aún tiene posibilidades de gobernar si retira a Rajoy.

El líder 'popular', que ya ha reconocido saber que en su partido existen críticas a su liderazgo, ha repetido por activa y por pasiva que su intención es volver a ser presidente del Gobierno. Y las opciones que tiene son dos: mediante la abstención del PSOE en algún debate de investidura que se pueda celebrar en los próximos dos meses. A lo que los socialistas han vuelto a contestar que «no». O volviendo a encabezar la candidatura del PP en caso de que se vuelvan a repetir las elecciones generales -el escenario más plausible que en este momento se baraja en 'Génova'-. Y lo cierto es que su poder a este respecto es absoluto.

Los estatutos del Partido Popular cuentan con tres mecanismos para cambiar de candidato de cara a una nueva convocatoria electoral. Eso sí, los tres casos sólo pueden ser activados por el presidente de la formación. Un Congreso Nacional Ordinario, cuyo plazo mínimo que habrá de mediar entre la fecha de convocatoria y la de celebración será al menos de dos meses. Esto significa que si el PP quisiera contar con un nuevo presidente antes del 26 de junio, y que éste tuviera alguna opción de poder ser elegido mediante un mecanismo de primarias, como muchos dirigentes conservadores ya han exigido, habría que convocarlo en las próximas semanas. Si el PP espera al 3 de mayo para tomar esta decisión, el día que concluye los dos meses de plazo para investir al presidente, el relevo de Rajoy al frente de la candidatura del PP de cara al 26J no podría realizarse mediante un Congreso, puesto que hasta el 3 de julio no se podría celebrar.

En ese caso, la otra opción que existiría sería un Congreso Extraordinario, cuyo plazo mínimo de mediación entre la convocatoria y la celebración ya sólo sería de un mes. Pero no tendría ningún sentido porque el ordinario está en plazo -de hecho, va con un año de retraso-. Los estatutos del PP establecen que los congresos ordinarios deben celebrarse cada tres años y el último fue el de febrero de 2012 en Sevilla. Asimismo, estaría fuera de lugar porque para este supuesto el mejor mecanismo sería convocar a la Junta Directiva Nacional (JDN), el órgano más importante entre Congresos. Si Rajoy quisiera dar un paso atrás, la JDN podría elegir a un nuevo candidato a la Presidencia. Eso sí, en este caso, no habría opción de que el mecanismo de elección fuera el de «un militante, un voto».

Rajoy no quiere celebrar un Congreso Nacional

El pasado 21 de diciembre, Rajoy ya advirtió ante la Junta Directiva Nacional que su intención no era convocar un Congreso Nacional (el único órgano en el que los compromisarios votan a su líder) hasta que no se haya formado un Gobierno. Una decisión con la que el líder 'popular' ya blindaba su candidatura en caso de que se repitieran las elecciones. El artículo 31.4 de los estatutos del PP señala que el elegido por el congreso será automáticamente «candidato» a las elecciones generales. Rajoy obtuvo en febrero de 2012 el respaldo del 97,56% de los compromisarios de su partido; y éste es su aval para volver a optar a la reelección.

Ahora bien, si finalmente Rajoy decidiera 'in extremis' echarse a un lado, podría utilizar el mismo mecanismo que a él le convirtió por primera vez en candidato a la Presidencia. José María Aznar comunicó oficialmente a su Consejo de Ministros que no se presentaría a la reelección el 23 de agosto de 2003; y cuatro días después convocó una Junta Directiva Nacional para proponer a su candidato. El 27 de agosto Rajoy obtuvo 503 de los 504 votos emitidos y se convirtió en el nuevo candidato del PP a la Presidencia para las elecciones de marzo del 2004.

La cúpula del PP defiende la candidatura de Rajoy

Ahora bien, se trata de un escenario que la cúpula no baraja «por el momento», advierten fuentes 'populares'. «Si mi partido quiere, yo estoy dispuesto a dar esa batalla, como he estado dispuesto a dar otras tantas», volvió a insistir Rajoy hace dos semanas. Tampoco está entre los planes del PP proponer para la investidura un candidato alternativo a Rajoy.

El argumento esgrimido es que el PSOE ya ha dejado claro que su apoyo no depende de la retirada de Rajoy. Y los 40 escaños de Ciudadanos no son suficientes para investir al dirigente 'popular', por lo que sus reivindicaciones -en lo que a candidatos a la Presidencia respecta- no son ni atendidas ni tenidas en cuenta en la cúpula del PP. «Rajoy ha ganado las elecciones y por lo tanto es el único candidato legitimado para ser el próximo presidente del Gobierno», zanjan en el Partido Popular.

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