Esta medida, que nunca se llegó a aplicar, fue propuesta en el año 2002 por Vittorio Emanuele Falsita, entonces diputado del partido Forza Italia -fundado por Berlusconi en 1994- e inspirador de un impuesto que será aplicado ya en el ejercicio de este año.
En el artículo 31 del plan anti-crisis del Gobierno Berlusconi se define lo que se entiende por pornografía, aunque el Ejecutivo deberá aprobar un decreto en los próximos dos meses en el que se den todos los detalles y se establezcan las categorías para diferenciar lo que es sexualmente explícito de lo que no.
El impuesto se aplicará a periódicos y revistas especializados, incluido DVDs y material adjunto, y a «toda obra literaria, teatral y cinematográfica, audiovisual o multimedia, también realizada o reproducida sobre soporte informático o telemático, en la que estén presentes imágenes o escenas con actos sexuales explícitos y no simulados entre adultos», reza el artículo 31.
El sector de la pornografía ya ha puesto el grito en el cielo: tal es el caso del popular actor italiano Rocco Siffredi, quien, en unas declaraciones que publicó este viernes el diario Corriere della Sera, asegura que esta disposición da muestra de lo moralista que es el Gobierno de su país. «No recaudarán nada, lo único que podrán gravar serán los objetos. Ahora los DVDs ya no se venden, el sexo se encuentra en Internet (…) Es una vergüenza», apuntó Siffredi.