Última hora

Sabores de otras épocas para la investidura de Obama

El hotel Madison ha montado desde menús extraordinarios a base de los platos que se sirvieron en anteriores tomas de posesión hasta la recreación de la habitación que el presidente Abraham Lincoln tenía en la Casa Blanca, para conmemorar que este año se cumplen 200 años de su nacimiento.

El decimosexto presidente de la nación ha sido uno de los mandatarios estadounidenses más reconocidos y esta habitación, además de la réplica la cama y el mobiliario de la alcoba presidencial, atesora otros recuerdos como una copia de la Declaración de la Independencia y otra del famoso discurso de Gettysburg.

Ceremonia de investidura

Tras una ceremonia oficial en el Capitolio que concluirá con la lectura de un discurso ante 250.000 personas, el comité del Congreso que se encarga de organizar las ceremonias de investidura ofrecerá una comida en su honor. El menú suele recoger las preferencias culinarias del presidente y del vicepresidente, y como todavía no se conoce cual será la selección del comité, en este hotel han decidido recordar algunos de los platos que ya se sirvieron en otras investiduras.

El chef Arnel Esposo ha preparado un menú especial, para huéspedes y comensales que reserven con tiempo, que incluye su interpretación de cuatro entrantes, cuatro platos principales y cuatro postres, que se sirvieron en otras tomas de posesión desde Dwight Eisenhower (1957) hasta la del saliente George W. Bush (2005).

Platos con nombre de presidente

Los platos llevarán el nombre de los presidentes y el año en el que fueron servidos, manjares como la sopa de tomate con maíz crujiente que se sirvió para John F. Kennedy en 1961, el cóctel de marisco que degustaron Eisenhower y Richard Nixon (1973), o los cangrejos gratinados y la langosta que se ofreció en la toma de posesión de Bush en 2005. "Nuestros clientes disfrutarán cenando como el mismo presidente", dijo a Efe Esposo.

Los que quieran quedarse con un buen sabor de boca, podrán saborear el soufflé frío de praliné con salsa de frambuesa que el comité ofreció en honor a Ronald Reagan (1985) o el pastel de manzana y arándanos que se horneó para Bill Clinton en 1993.

La ciudad se prepara para recibir a los 5 millones de visitantes que se espera que acudan para vivir este "momento histórico", la mayoría de ellos a pie de calle, pero si no han podido conseguir una invitación para las exclusivas fiestas que se celebrarán durante toda la noche, al menos podrán comer como el propio presidente.

Comentarios