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Por qué Gibraltar es un territorio español

La ONU considera a Gibraltar un territorio pendiente de descolonización. España defiende que la soberanía debe ser devuelta conforme al Tratado de Utrecht y al principio de integridad territorial
En su artículo X, el Tratado cedía a la Corona británica “la plena propiedad de la ciudad, el castillo, el puerto y las defensas de Gibraltar”.
En su artículo X, el Tratado cedía a la Corona británica “la plena propiedad de la ciudad, el castillo, el puerto y las defensas de Gibraltar”.

Gibraltar sigue figurando en la lista de 17 territorios no autónomos reconocidos por Naciones Unidas. Eso quiere decir, según el artículo 73 de la Carta de las Naciones Unidas, que son territorios "cuyos pueblos no han alcanzado todavía la plenitud del gobierno propio".

O, expresado de manera coloquial, territorios que siguen estando colonizados y que están bajo la administración de una potencia colonizadora hasta que recuperen su propia soberanía. Simplificando: que se tienen que descolonizar.

De hecho, la propia ONU, desde 1960, considera que Gibraltar es "un caso de descolonización pendiente", y en reiteradas ocasiones ha instado a España y a Reino Unido a negociar una solución definitiva "que respete la integridad territorial del Estado español".

¿Cuál es la posición de Naciones Unidas respecto a Gibraltar?

La posición de Naciones Unidas, reiterada en varias resoluciones como la 1514 (XV) de 1960 y la 2353 de 1967, establece que los procesos de descolonización no pueden fragmentar la unidad nacional del país al que originalmente pertenecía el territorio. Por ello, España defiende que ese principio debe aplicarse en el caso de Gibraltar.

El Comité de Descolonización de la ONU ha señalado que los intereses de los habitantes del territorio deben ser tenidos en cuenta, pero no necesariamente sus deseos, subrayando que el caso del Peñón no encaja en la autodeterminación clásica, sino en una restitución de soberanía... a favor de España.

¿Por qué Gibraltar es de Reino Unido?

Gibraltar pasó a manos británicas en 1713 tras la firma del Tratado de Utrecht, que puso fin a la Guerra de Sucesión Española. Fue una concesión española para que la Corona británica, que había apoyado al archiduque Carlos de Austria, reconociese a Felipe V como rey de España.

En su artículo X, el Tratado cedía a la Corona británica “la plena propiedad de la ciudad, el castillo, el puerto y las defensas de Gibraltar”, pero no incluía el istmo ni otorgaba derecho alguno a extender el territorio o modificar su estatus. Se lo cedió porque en 1704, durante la guerra, una escuadra angloholandesa tomó Gibraltar en nombre del archiduque Carlos.

Además, se incluía una cláusula de retrocesión: si el Reino Unido renunciaba a la soberanía, debía ofrecer el territorio a España en primer lugar. Para España, esa cláusula sigue plenamente vigente, y su aplicación cobra especial sentido desde el Brexit, al haber cambiado el marco jurídico que regulaba la relación de Gibraltar con la UE tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

La posición de España acerca de Gibraltar

Por otra parte, España considera que el Reino Unido ha vulnerado el Tratado de Utrecht al ocupar el istmo (no contemplado en la cesión original) y al construir sobre él infraestructuras como el aeropuerto de Gibraltar. También ha denunciado que los cambios constitucionales en el Peñón (como la reforma de 2006 que reforzó su autogobierno) alteran el equilibrio pactado.

Según ha expuesto el Ministerio de Asuntos Exteriores en diferentes intervenciones ante la ONU, estos hechos “quiebran el equilibrio jurídico del Tratado de Utrecht” y reactivan el derecho de España a reclamar la soberanía. Por ello, se insiste en que Gibraltar no es un pueblo colonizado, sino un enclave que forma parte de la integridad territorial de España.

El punto de vista británico

Reino Unido considera que Gibraltar es un territorio británico de ultramar y que cualquier cambio de estatus debe contar con el consentimiento de su población, a pesar de que esa idea va en contra de lo determinado por Naciones Unidas.

Este argumento del Reino Unido se ha basado en los referendos celebrados en 1967 y 2002, en los que la ciudadanía gibraltareña votó mayoritariamente por mantener la vinculación con Londres.

Sin embargo, la ONU no reconoce estos referendos como válidos para resolver la disputa, ya que entiende que no se puede aplicar el principio de autodeterminación a costa de la unidad nacional de un Estado. Es por ello que sigue reclamando una solución negociada entre ambas partes.

Una disputa aún abierta pese a los acuerdos recientes

A pesar del reciente principio de acuerdo político firmado este 11 de junio en Bruselas para integrar a Gibraltar en Schengen y suprimir los controles fronterizos en la Verja, la cuestión de fondo permanece sin resolver. España, el Reino Unido y la Comisión Europea han destacado el carácter técnico y práctico del pacto, sin implicaciones sobre la soberanía.

Mientras tanto, Naciones Unidas mantiene a Gibraltar en su listado de territorios pendientes de descolonización y sigue animando a las partes a retomar un proceso negociador que aborde el núcleo del conflicto.

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