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Leguina avisa al PSOE de que mientras gobierne Zapatero no ganará en Madrid, Valencia y Murcia

"La narración del beodo es la que sigue: Comencé por tomar whisky con soda y me sentaba mal; luego me pasé a la ginebra con soda y me fue peor. Ahora tomo vodka con soda y no he mejorado. Visto lo cual, he decidido prescindir de la soda", escribe Leguina en su texto.

Tras esta introducción, muestra su deseo de que el PSOE no acabe culpando a los candidatos que se le van ocurriendo para las sucesivas citas electorales, en alusión a los últimos cabezas de cartel para la Alcaldía de la capital, los ahora ministros Trinidad Jiménez y Miguel Sebastián.

"Cuando el nuevo socialismo analice los pésimos resultados obtenidos en Madrid, no le eche la culpa a la soda, sino a la sustancia común que llevaban el whisky (Trinidad Jiménez, en el 2004), la ginebra (Miguel Sebastián en el 2008) y el vodka en forma de paracaidista (en el que ya están pensando en Ferraz) y esa sustancia se llama ZP".

En opinión de Leguina, los socialistas deben aclararse y asumir que "la persistente pérdida de peso electoral y de sustancia ideológica, analítica y, en general, social no se debe a la soda sino a las políticas erráticas del Gobierno".

Los amores entre Blanco y Aguirre

Leguina, quien reclama que alguien le explique "el porqué de los actuales amores" entre el ministro de Fomento y número dos del PSOE, José Blanco, y la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, señala también como otra de las causas de la derrota los "discursos tan ajustados y veraces como el último de ZP en Barcelona diciendo que la derecha quiere acabar con el bilingüismo en Cataluña". "Pero ¿en qué mundo vive este hombre para no enterarse de que quienes quieren acabar con el bilingüismo en Cataluña son los CiU y los del tripartito?", se pregunta.

Cuando se refiere a la ventaja que los populares han sacado a los socialistas en Murcia y la Comunidad Valenciana, Leguina augura que sus compañeros de esas comunidades culparán del fracaso, y "no sin razón, a la política hidráulica del Gobierno". "Y es verdad que ésta ha sido una de las más brillantes ocurrencias del ecologismo zapaterista ("¡Trasvases, no. Desaladoras, sí!", pues toma desaladoras)", agrega el ex diputado.

Y, como colofón y a modo de resumen, concluye: "Lo dicho: mientras el "liderazgo" actual siga "triunfando" con el Barça no ganaremos en Madrid, ni en Murcia, ni en Valencia. Eso es lo que conviene suprimir, y no la soda".

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