Feijóo lidera la sexta gran manifestación del PP contra Sánchez y exige elecciones ya

Flanqueado por los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy, así como por varios presidentes autonómicos del partido, Feijóo tomó la palabra en un acto sin siglas partidistas visibles, pero con una potente carga simbólica. "Estoy listo para liderar la revolución de la decencia y la libertad", afirmó, entre vítores de los asistentes que coreaban "¡Presidente, presidente!" y "¡Sánchez dimisión!".
El líder de los populares aprovechó la ocasión para lanzar un mensaje de cohesión interna tras días de tensiones, como la vivida por el abandono de Isabel Díaz Ayuso durante la Conferencia de Presidentes en protesta por el uso de lenguas cooficiales. “En nuestro partido hay distintos estilos, pero una misma meta: cambiar esta situación”, zanjó Feijóo, reivindicando su apuesta por una política de centralidad “capaz de unir a la mayoría de los españoles”.
También dejó claro que su lucha no es de siglas, sino de principios: “Esto va más allá del PP. Va de dignidad democrática. De defender a España”, dijo en una velada crítica hacia otras formaciones de la derecha que no se sumaron a la convocatoria.
Clima tenso entre Gobierno y oposición
La manifestación, la sexta organizada por el PP contra el Ejecutivo en los últimos meses, sirvió para visualizar el malestar creciente del principal partido de la oposición con la deriva del Gobierno de coalición. La presencia de banderas de España, pancartas críticas y referencias a la “corrupción institucional” marcaron el tono de la protesta.
Desde el Gobierno, las reacciones no se hicieron esperar. Desde el PSOE calificaron la convocatoria como un “pinchazo” y acusaron al PP de fomentar la crispación sin ofrecer soluciones. El ministro Óscar López denunció una “plaza llena de insultos, pero no de propuestas”, mientras que la ministra Pilar Alegría ironizaba en redes: “Estopa mete más gente en el Metropolitano que Feijóo en Plaza de España”.
A diferencia de convocatorias anteriores, esta manifestación estuvo marcada por la voluntad de proyectar unidad institucional, pero también de canalizar la indignación hacia el Ejecutivo. Feijóo habló de una "España cansada, pero no rendida" y apeló al despertar cívico como motor de cambio. “La revolución que hoy comienza la haremos desde las calles y la culminaremos en las urnas”, remarcó.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, tachó al Gobierno de “corrupto y sin principios”, asegurando que "la herencia de Sánchez la pagaremos durante décadas". A su juicio, la ciudadanía “ya ha abierto los ojos” y la movilización en Madrid representa un punto de inflexión.
El alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, también subió el tono contra Moncloa, acusando al presidente Sánchez de haber convertido la sede del PSOE en una “cloaca política” y La Moncloa en “un negocio familiar”.
Con su discurso de "revolución de la decencia", Feijóo dibujó una hoja de ruta basada en principios, unidad y una visión alternativa de país. "La España que queremos está a la vuelta de la esquina, solo falta que Sánchez se atreva a preguntar a los españoles", concluyó.