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El comandante Ramírez afirma que el general Navarro les dijo: "Ya están identificados. Nos volvemos a casa"

Ante las preguntas del teniente fiscal, Fernando Burgos, el comandante médico detalló que durante su estancia en Turquía observó que las bolsas con los restos se llegaron a romper y que no se sacaron muestras porque no era el objetivo de su misión y porque nadie se lo pidió.

Asimismo reconoció que sólo el general Vicente Navarro tenía fichas y fotos de los fallecidos y ha confesado que el general les dio un listado manuscrito donde se decía que estaban identificados los 62 cadáveres.

Tras señalar que desconoce cómo se hicieron las identificaciones, subrayó: "Me dijeron que estaban identificados y no tenía por qué dudar". En este sentido aseguró que como médico y patólogo, no como forense, le parecía "poco normal" poder identificar unos restos carbonizados como lo estaban algunos de cuerpos de los militares fallecidos.

Ramírez, para quien el fiscal pide cuatro años y medio de cárcel e inhabilitación, insistió en que sus informes se limitaron a anotar quemaduras, amputaciones, estallidos, uniformes y objetos personales.

75 bolsas con restos y 74 cadáveres

A preguntas de su defensor, el comandante médico precisó que en un principio se encontraron con 75 bolsas con restos de cadáveres, cuando los fallecidos en el accidente ascendieron a 74, de los que 62 eran los militares españoles.

Explicó que la única manipulación de los cadáveres se produjo por parte de los forenses turcos cuando tomaron muestras, e indicó que se encontraron con cadáveres bien conservados y otros con traumatismos y quemaduras.

Detalló que al llegar a España con los restos recibió una llamada telefónica, cuando iba acompañado por el capitán médico Miguel Sáez, de un teniente coronel que les encargó que hicieran los informes de autopsia de los cadáveres para las familias "por si los necesitaban para algo". Al llegar a España, en la base aérea de Torrejón, Navarro les devuelve sus notas y la lista con las identificaciones, ha agregado el comandante médico.

El capitán Sáez coincidió con Ramírez al declarar en la sesión vespertina del juicio que su trabajo se limitó a anotar las lesiones de los cadáveres y "describir" lo que tenían delante.

Sáez, que negó haber recibido presiones para realizar una repatriación urgente, señaló que, a instancias de sus superiores, se evitaron términos, como carbonizado y calcinado, para no herir la sensibilidad de los familiares en los informes de necropsia.

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