Sáenz de Santamaría no irá con Zapatero a EEUU por razones de agenda
El jefe del Gobierno es el invitado del presidente de EEUU, Barack Obama, en la celebración del Día de la Oración, un evento que anualmente tiene lugar en la capital de EEUU y en el que se reúnen destacadas personalidades.
Será el próximo 4 de febrero cuando Zapatero tenga que participar en dicha celebración, a la que también asistirán, como integrantes de la comitiva del presidente, el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, y periodistas y empresarios con intereses en EEUU, cuyas identidades no han trascendido.
También acudirán, aunque a título personal, otros diputados, como el portavoz del PNV en la Cámara, Josu Erkoreka, o el de UPN, Carlos Salvador. El portavoz del grupo popular en la Comisión de Asuntos Exteriores, Gustavo de Arístegui, también estará presente, y también a título personal.
Según han indicado las fuentes cercanas a Sáenz de Santamaría, hace una semana el presidente del Gobierno se puso en contacto telefónico con la portavoz del grupo popular para invitarla al Día de la Oración, como miembro de la delegación que le acompañará.
Las mismas fuentes han precisado que Sáenz de Santamaría, tras agradecer el ofrecimiento, rechazó la propuesta porque ese día, el 4 de febrero, su agenda le impedía estar fuera de España.
Consejo Atlántico
Zapatero aprovechará su viaje para intervenir ante el Consejo Atlántico (Atlantic Council), un centro de estudios no partidista del que es asesor el ex presidente del Gobierno José María Aznar, según confirmaron fuentes del Palacio de la Moncloa.
Las fuentes precisaron, no obstante, que aún no está definido el formato de la participación del presidente, que podría visitar varios 'think-tanks' (centros de estudios) durante su estancia en Washington o dirigirse a miembros de distintos centros en una sola intervención conjunta.
El Consejo Atlántico es considerado un centro de prestigio que ha acogido a otros jefes de Estado y de Gobierno. El pasado septiembre, fue el escenario del primer discurso pronunciado en EEUU por el nuevo secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen.
