La burda defensa de Valdano a Cristiano
La agresión de Cristiano Ronaldo al jugador del Málaga Mtiliga 'se sentará' hoy en el banquillo disciplinario de la Federación Española de Fútbol para recibir su correspondiente sanción. Para empezar, y como mal menor, el portugués tendrá que ver por televisión desde su domicilio el choque del próximo sábado de Riazor.
Son de esos veredictos siempre esperados con morbo por la resonancia mediática del infractor. Y, a buen seguro, discutido sea cual sea el alcance del mismo. Nadie quedará totalmente conforme con el número de partidos que llevarán a Cristiano a la grada.
Para las opiniones más críticas, la acción del crack madridista fue un codazo en toda regla en la nariz de su marcador después de otro fallido y se merece un correctivo ejemplar. Y para otras, sólo fue un simple braceo sin intención alguna de causar daño al contrario de un ganador nato como Cristiano que no se merece un juicio sumarísimo como el que se le ha abierto.
No se trata de cebarse ahora con Cristiano Ronaldo. Eso sí, hay que sentarse con él para tratar de reconducirle su comportamiento, más propio de divo que de uno de los mejores jugadores del planeta, que en nada beneficia a él y al Real Madrid.
Pero tampoco, y esto sí que clama al cielo de los despropósitos, hay que defenderle como ha hecho Jorge Valdano al justificar el codazo como propio de un futbolista que siempre quiere jugar, dar espectáculo, en contra de otros que sólo buscan hacer faltas.
Porque con la incontinencia verbal que le caracteriza, Valdano ha hecho una defensa tan burda que puede surtir un efecto negativo a partir de ahora para el futuro de Cristiano Ronaldo en la Liga española. Los rivales y el público la pueden tomar con él y esto sería una pena para todos.
Antonio Cubero