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Sr. González, ilegales sí, necesarias también

No estamos nosotros para dar por bueno algo completamente ilegal. Pero tampoco para ver que el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, el señor Ignacio González, se ponga a señalar con el dedo al Gobierno de Zapatero. Qué menos que se pare a pensar antes de hacerlo porque si sumamos el número de dedos hay muchos más que le apuntan a él como sospechoso.

La Cadena SER nos informaba este martes de que el Ministerio de Interior investigó durante el Ejecutivo socialista a Ignacio González de manera totalmente ilegal. Fernández Díaz daba la noticia como si con ella hiciera un favor al resto de españoles y al propio González. Pues ni a los unos, ni al otro. Los primeros porque están cansados de ver que el vicepresidente se enfanga en todos los casos que toca, el segundo, porque al vicepresidente lo que menos le interesa es que le vuelvan a poner bajo los focos. No ahora que sabemos que paga un piso a una sociedad opaca de Delaware, no ahora que sabemos que esa sociedad estuvo inactiva durante dos años, no ahora que sabemos que Coast Investors jamás pagó impuestos por ese supuesto arrendamiento de Guadalmina, no ahora que la denuncia del Canal de Isabel II por malversación de fondos está admitida a trámite y el juez ha pedido un exhorto a Colmenar Viejo, no ahora que sabemos que adjudicó Las Ventas a una empresa que debe 1,2 millones de euros a Hacienda, no ahora que sabemos cómo su amigo Enrique Cerezo sacó partido de Telemadrid. Y sabremos más. No lo duden. Para eso estamos.

El ministro de Interior dijo: "Fue investigado irregularmente al margen de los protocolos establecidos, sin autorización judicial, entre finales del mes de julio y principios del mes de agosto", refiriéndose a 2011. Pero además añadió: "Vamos a averiguar y exigir las responsabilidades pertinentes a quien ordenó esas investigaciones irregulares". Señor Fernández Díaz, si su Departamento se va a dedicar a demostrar la injusticia que se ha cometido contra el señor González, muy bien, pero podría aprovechar para reclamar una investigación judicial sobre los farragosos casos que envuelven al vicepresidente. Lo bueno, si necesario, dos veces bueno.

Editorial Estrella