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Materiales Benítez

En el Melbourne cricket ground se juntó la gente para ver al Madrid. La Roma, al otro lado, es un equipo que suena bien pero no se acierta a saber su categoría. Quizás más cerca del Getafe que del Atlético, sacan a Totti en andas- el santo de la comarca- y tienen una máquina de fabricar empates, alegría del calcio, esa liga nacionalista y exprimida por los jueces que ha quedado fuera del flujo global del dinero.

Minuto tres y un palo suena en la portería de Keylor a la salida de un córner. Ahí sigue la maldición de Iker, y seguiría todo el partido con la defesa haciendo extraños en faltas laterales, córners y centros desde la cal. Son querencias del Madrid para enfebrecer a la afición. Ramos no se ha ido, y en lo que le duró al Madrid la estructura y la ambición, fue el futbolista que pulió Anccelotti. Avasallador en la salida del balón, dando pases interiores que aprendió de Alonso y haciendo volar la pelota en diagonales improbables que casi siempre se pierden por los márgenes. En los laterales andaban Marcelo y Carvajal, el centro del campo era para Illarra y Modric y por delante, una línea de tres con cristiano, Bale y Odegaard. Arriba Jesé, solito en el mundo, de delantero centro.

No parece el Madrid hecho para esa disposición, necesitaría un centrocampista bestia como una mula, y una línea de medias puntas/extremos que se dejen la piel en el campo. Nada hay de eso y el 433 de Anccelotti se fue adueñando suavemente del ataque blanco. Sobre Modric -tirado hacia la izquierda- gravitaba la posesión merengue, Cristiano la ofuscaba con sus trucos más baratos, los que utiliza antes de que le llegue el físico a sus tendones metálicos, y al otro lado correteaba Odegaard, que juega con suavidad y parece ‘El Principito’ de Saint-Exupéry, todo arrogancia infantil hija no saber nada y quererlo todo. De hecho, incluso quiere el balón al pie, uno más en esta plantilla contradictoria llena de velocidad pero alérgica al desmarque.

A bale le dieron el capricho de la mediapunta. Bien, esto hay que hablarlo en profundidad, porque el chico se cree que sirve para manejar los hilos de un ataque que le queda grande. En el Tottenham (su arcadia feliz) tenía espacio y tiempo en esa zona casi siempre desolada en Inglaterra. En España y Europa, todos son trampas y Bale es ingenuo, algo armatoste para saber sortearlas. Al poco se fue al lateral y allí dejó un par de centros inocuos culpa de nadie, porque Jesé estuvo patinando por medio campo, demasiado fuera del área, su obligación.

Con dos palos y muñeco le hacen al Real Madrid una contra

Durante el principio el Madrid parecía estar bien plantado, que es algo así como una tarde burguesa con el aburrimiento perfectamente organizado. Luego los chicos se cansaron de fingir y la Roma descubrió lo que significa Marcelo. El brasileño sigue saltando a la comba cuando encima a un rival. Benítez tendrá ahí una historia paterno filial, como la han tenido todos los entrenadores anteriores, para al final darse por vencido. La exuberancia del Caribe no puede encauzarse. Ahí el peligro. Ahí la belleza.

Seguía la roma atacando más o menos y llegó el tiempo de los rebotes en el área. Kárate kid Ramos salió en defensa de Keylor que sigue despistado danzando como un poseso por  una casa siempre llena de huéspedes. Con dos palos y muñeco le hacen al Madrid una contra. Illarra es el hombre que nunca estuvo allí y los caballos de adelante, que forman en 442 en defensa, se cansaron de presionar al cuarto de hora.

Odegaard tiene rasgos de muchos zurdos anteriores. Nada más se puede decir. Saltaron los animosos españoles en el segundo tiempo: Un Isco, un ruso y un gallego, y el ataque quedó más razonable y compacto. Tampoco hubo ocasiones. Una apenas al final y ya nadie estaba mirando. A Benítez no le gusta abrir el campo y eso es una gran noticia. Y también parece que en este equipo las ocasiones se fabricarán en otro país para manufacturarlas  a través de una empresa radicada en un paraíso fiscal. O quizás no haya y descubra el madridismo una nueva forma de felicidad, la tranquilidad siniestra del mar de los sargazos donde nunca pasa nada, y cuando algo se mueve; se hunde.

En los penaltis se fue la luz. Quién sabe lo que pasó. Un fútbol sin ganadores. Puro verano intrascendente.

REAL MADRID, 0 - ROMA, 0

Real Madrid: Keylor Navas; Carvajal (Danilo, min. 69), Sergio Ramos (Nacho, min. 46), Varane (Pepe, min. 46), Marcelo (Arbeloa, min. 46); Modric (Lucas Silva, min. 46), Illarramendi (Kroos, min. 46); Odegaard (Isco, min. 46), Bale (Lucas Vázquez, min. 55), Cristiano (Cherysev, min. 46); y Jesé (Benzema, min. 46).

Roma: De Sanctis; Maicon, Castán, Mapou, Ashley Cole; Uçan, De Rossi, Nainggolan; Iago Falque, Totti y Gervinho. También jugaron: Florenzi, Manolas, Torosidis, Pjanic, Keita, Paredes, Iturbe, Doumbia, Capradosi, Ljajic, Destro.

Penaltis: 1-0: Danilo; 1-1: Pjanic; 2-1: Kroos; 2-2: Ljajic; 3-2: Lucas Silva; 3-3: Destro; 4-3: Isco; 4-4: Florenzi; 5-4: Benzema; 5-5: Iturbe; 6-5: Nacho; 6-6: Paredes; 6-6: Falla Lucas Vázquez; 6-7: Keita.

Árbitro: Mark Clattenburg (Inglaterra).

90.000 asistentes en el Melbourne Cricket Ground.

Ángel del Riego