Feliz 2013
Termina, por fin, 2012. Uno de los años más difíciles desde que se inició nuestra democracia constitucional. La crisis, sus efectos secundarios y las consecuencias directas, han dejado España convertida en una pesadilla colectiva que vive angustiada entre la incertidumbre y la preocupación. No somos optimistas, pero tampoco hemos renunciado a la esperanza.
Rajoy vaticina un 2013 difícil y con grandes sacrificios
El Gobierno asume su responsabilidad y se enfrenta a los problemas estructurales; ataca la desconfiguración de los cimientos con el fin de restablecer, aunque sean más delgados, nuevos pilares que sostengan nuestro modelo de sociedad. La izquierda
critica que mediante reformas que se amparan en la crisis estemos cambiando de sistema. Sea lo que sea, algo hay que hacer. Y Rajoy vaticina, pese a su intención de coger el toro por los cuernos, un 2013 difícil y con grandes sacrificios. Por lo pronto subirán los precios de la luz y del transporte, pero nada anuncia que sea imposible que suban otros impuestos, tasas o precios.No sólo depende del Gobierno, depende también de “los que mandan” en Europa. Depende de la agenda alemana, de sus elecciones en otoño. Depende del euro, de las elecciones italianas y de la solidez de las reformas de Hollande. Estamos interrelacionados y lo que seamos dependerá de lo que hagamos tanto como de lo que hagan. Llegaremos, es un drama pero también un hecho, a los seis millones de parados. Hay pocos hogares en España que no tengan un familiar en paro. Pero irá a más, y quizá, al final del trece veamos la luz que ilumine la salida del túnel.
Pedimos a los políticos que dejen de lado sus problemas y pongan por delante los nuestros
2013 no será ninguna bicoca, será más bien una travesía dura por un tiempo y un espacio castigados con severidad por las circunstancias. Pedimos ilusión y esperanza al año nuevo pero, sobre todo, pedimos a nuestros políticos seriedad, rigor, entendimiento y voluntad para resolver con justicia y equidad los problemas de nuestro país. Les pedimos que dejen de lado sus problemas y pongan por delante los nuestros, porque nuestros problemas se resumen en una única palabra que nos afecta a todos: España. Y porque España no es ni más ni menos que la suma de todos los españoles, y es a nosotros a quienes tienen que servir los que tienen responsabilidades institucionales en el país.
Por un 2013 en el que el desprestigio de la política se termine porque por fin los políticos coloquen el interés general y la buena gestión como divisa de su trabajo, y así comencemos a abordar los problemas de la crisis con inteligencia, sensibilidad y habilidad para resolverla.
Feliz 2013, les desea ESTRELLA DIGITAL a todos sus lectores y a sus familias.
Editorial Estrella