Esperpéntico espectáculo de los abogados
Las elecciones a Decano del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid (ICAM) han sido un espectáculo esperpéntico. Impresentable. Bochornoso. Patético, incluso. Para la profesión. Y para los que la padecemos. Y digo padecemos porque el colectivo de abogados en España ya se ha convertido en un grave problema. Presuntamente, claro.
Cuando España más necesita la seriedad en todos los órdenes de la vida
Cuando España más necesita la seriedad en todos los órdenes de la vida, viene esta gente, teóricamente ilustrada, y la lía en sus propias elecciones. Y, como es lógico, el ignominioso espectáculo consecuente da la vuelta al mundo entre el asombro de tirios y troyanos. De hecho, pasamos a engrosar la lista de los países con carencias democráticas importantes. Sólo nos faltaba algo así para seguir perdiendo prestigio si es que una vez lo tuvimos, que ya lo dudo.
Y todo porque 13 candidaturas 13, que ya les vale, andaban como locas por con convertirse en decanos de ese Ilustre Colegio...
¿Qué se moverá, presuntamente, en ese Ilustre Colegio para que haya tanta gente aspirando a su poltrona y que, encima, esté dispuesta a montar esos show?
No lo sé pero la imagen de la abogacía en España ha quedado a la altura del betún.
¿Y qué ha pasado para dar semejante espectáculo, ya que los ilustres abogados llegaron, incluso, a las manos como vulgares presuntos delincuentes?
Nada. 'Solo' ambiciones frustradas. Envidia cochina. Presuntos falsos testimonios. Un ordenador con ruedas. Un taxi que se paga para ir a votar. Trampas. Trileros. Lío, en definitiva.
La policía se fue de la sede electoral sin saber qué había pasado
Cómo sería el asunto que la policía se fue de la sede electoral sin saber, de verdad, qué había pasado. Ni siquiera los ilustres abogados que estaban allí saben qué pasó y por qué...
¿Y qué conclusión se puede sacar de todo esto se preguntan los propios abogados, muchos de ellos avergonzados? Tampoco lo sé... Pero el colectivo debería empezar a hacérselo mirar seriamente. Y, para empezar a hablar, debería preguntarse si no es excesivo el número de abogados en ejercicio que hay en Madrid. A mí entender, demasiados para el trabajo que hay. Y, lo que es peor, ahora con la Ley de Tasas, habrá menos trabajo aún... Con lo que muchos más de ellos terminarán en Abogados de Oficio para sobrevivir. Y, encima, mal cobran. Cuando cobran.
Por eso, salga la candidatura que salga, lo primero que tendrá que hacer es ocuparse en dar solución a esa saturación... Hay muchas soluciones pero doctores tiene la Iglesia. Y eso que tienen el chollo de los procuradores, una figura absolutamente saca-perras, que solo sirven para encarecer los procesos pero, eso sí, emplea a un buen número de abogados.
Aunque el problema, en realidad, está relacionado con la propia Administración de Justicia en España que necesita una importante reforma porque sólo tiene intereses, presuntamente, poco fiables... Y si la Justicia no es fiable... Malo.
La Avispa
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La sonrisa de la avispa