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España se divierte

Los médicos coinciden al señalar que la risa es un bien que contribuye a mejorar la calidad de la salud. Si hasta ahora nos habíamos fijado en ello, sería por lo curioso y lo anecdótico y no por todo lo terapéutico que puede llegar a ser reírse ante la adversidad o mofarse ante la desgracia. No estamos pensando en la gracia asociada al mal ajeno, sino en la carcajada que es necesaria para afrontar los males propios. Nos divertimos en momentos críticos, esbozamos una sonrisa o arrancamos con una carcajada surrealista cuando nos anuncian un castigo. Somos extraños pero los científicos insisten en que el humor es un antídoto para prevenir consecuencias fatales del comportamiento decaído en los malos momentos.

ESTRELLA DIGITAL publica esta semana distintos reportajes que coinciden en una idea común: los españoles no renunciamos a satisfacer ciertas alegrías aún en los peores momentos y ante las más duras circunstancias. Las agendas de ocio local y los eventos de esparcimiento general están ya en marcha. El mercado ajusta la oferta a la previsión de la demanda, y por eso habrá fiestas patronales, sanfermines, conciertos de rock, teatro, pasacalles, espectáculos de humor y, por supuesto, playa y sol en abundancia.

No es que eso sea gracioso y que, por tanto, sea beneficioso para sobreponerse a la fatalidad. No tanto, pero si al menos será una vía de escape para eludir el angustioso goteo de puntos básicos que se incrementan desde hace meses en nuestra prima de riesgo, y las subrepticias, unas veces, y explicitas otras, amenazas de recorte, austeridad galopante, reducción de servicios, aumento de impuestos y las consabidas lindezas que los portavoces de la política y de las instituciones nos arrojan en sus declaraciones públicas.

Parece que ya entrado el verano nuestra tendencia natural al sosiego se verá cumplimentada con una oferta de entretenimiento adecuada a la necesidad. La biología nos somete al estrés y la comercialización del ocio nos lo relaja para sobreponernos en el estío y animarnos a un futuro e inevitable regreso plagado de sombras negras, nubarrones y otras plagas de males que aún ni siquiera podemos imaginar.

Estudien la oferta del fin de semana y olviden que la prima de riesgo volvió a subir por encima de lo imposible hace menos de un mes. Hechos todos los ejercicios de fortaleza institucional, nuestro gobierno nos dirá hoy que, una vez más, nos corresponde a usted y a nosotros, reducir nuestra calidad de vida. Sólo lo compensaremos con el buen humor que, como les decíamos, es el antídoto del malestar físico que provocan los disgustos.

Editorial Estrella