Última hora

El sujetador del Real Madrid de Sara Carbonero

Ya ni siquiera tiene que lucir canalillo para que los flashes apunten a sus pechos. Basta con ponerse un oscuro jersey transparente y un sujetador blanco para que los fotógrafos se fijen en ellos como si jamás en su vida hubieran visto tetamen alguno. 

Sara Carbonero vende lo que sea. Hasta un libro que han escrito dos doctores de la clínica donde ella dio a luz a Martín. Lo sabía su ginecóloga y uno de los autores, que le pidieron que lo presentara, y lo sabe ella misma, que accedió también porque siempre queda bien dárselas de solidario, y más ahora que estamos tan cerca de esas fechas más solidarias aún como son las navidades (la recaudación de los ejemplares vendidos irá íntegramente a Médicos sin Fronteras y la fundación Sociedad Protectora de los Niños).

Lo que ya dudamos es si sabría que esas transparencias la iban a beneficiar o a perjudicar. Demostrar su "madridismo" hasta esos extremos, luciendo el blanco-blanquísimo de su sujetador tras una prenda tan oscura, le hará granjearse aún más la complicidad de los hinchas del equipo del marido de sus amores (ya hubiera sido el no va más para ellos que sobre los pezones hubiera lucido el escudo de la entidad), pero le enemistará con los cada vez más estilistas que hay en este país, que seguramente la estarán poniendo a caldo por tamaña tropelía en una madre como ella. 

Con sujetador o sin él lo que demostró una vez más es que es muy arisca en lo que su vida personal se refiere y le lleva a pronunciar frases como "a la primera pregunta que no sea sobre el libro, corto". La advertencia era para los compañeros de profesión que quisieron charlar con ella después del acto. Por muy bonita que sea la idea del texto en cuestión éste no tenía más cuestiones que las ya expuestas en la rueda de prensa, por lo que todavía no sé cómo el personal no la dijo "adiós muy buenas" y la dejó sin grabadora que llevarse a la boca. 

Frases como "soy madre y estoy en los treinta, que es una buena etapa para las mujeres. Me siento muy bien", "me gusta consultar manuales y soy bastante curiosa, tanto de la salud como de todas las etapas" o "está bien tener una guía con la que te sientes identificada con problemas y síntomas de tu cuerpo", son tan obvias que quizás sólo le interesen a su ginecóloga amiga.

Si no quiere que le pregunten que no aparezca en ningún acto público o incluso que reniegue de su profesión, la misma con la que se ha hecho rica. De no hacerlo que muestre algo más de "compañerismo" (no hagas a los demás lo que no quieras que te haga a ti un entrevistado), que responda a lo que sea sin ningún tipo de cortapisa y que sonría, pero de verdad. No vale con la sonrisa fingida para las fotos. Todos, del Madrid o no, se lo agradeceríamos.   

La mosca