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¿Dónde está el empleo, gobernador Walker?

Scott Walker, el consejero delegado de Wisconsin, protagoniza un momento dulce. El Tribunal Supremo acaba de refrendar su célebre cruzada encaminada a privar del derecho de negociación colectiva a los empleados públicos. La legislatura estatal acaba de aprobar, por disciplina de partido, sus presupuestos para el ejercicio 2012 que estructuran las cuentas del estado en función de su gusto conservador.

La mañana del lunes, Walker se dejó caer por la Cámara de Comercio de los Estados Unidos para participar en una mesa redonda sobre "lo que funciona y lo que no" en la creación de empleo.

Walker regaló a la audiencia de líderes empresariales y gobernadores unos cuentos de su sabiduría en la creación de empleo. Presumió de haber tramitado la reforma del código civil, bajadas tributarias, un "importante marco de reforma de la regulación" y de su célebre lucha contra los sindicatos del sector público. "Eso es contundente para los creadores de puestos de trabajo ahí fuera", dijo.

¿Hasta qué punto? "Desde el principio del ejercicio hemos visto 25.000 puestos de trabajo nuevos en Wisconsin", informaba Walker.

Perdón, gobernador, pero eso no es muy contundente.

Según la Oficina de Estadística, el indicador del empleo en la actividad industrial y la construcción de mayo Wisconsin fue de 2.764.300 puestos de trabajo, corregidas oscilaciones de temporada, 20.300 empleos más con respecto a los 2.744.000 de enero.

Eso representa un incremento de siete décimas de punto porcentual en la población activa -- no muy diferente del anémico crecimiento nacional del empleo en la actividad industrial y la construcción hasta los 131.043.000 de mayo con respecto a los 130.328.000 de enero.

Esto no significa que las políticas de Walker hayan fracasado; según su versión, los beneficios tangibles podrían tardar años en materializarse. Pero sí sugiere que los conservadores que critican la gestión de la economía por parte de la administración Obama no tienen una panacea propia. Walker, que cuenta con mayorías Republicanas importantes en la legislatura de Wisconsin, experimentó con una larga lista de deseos conservadores, pero el estado no se ha desmarcado en la creación de empleo durante los seis meses de legislatura que lleva.

La verdad es que no hay mucho más que el estado pueda hacer para impulsar el empleo a corto plazo. Ahora depende del sector privado. La América corporativa se ha recuperado tan bien que los beneficios vienen situándose en torno a niveles récord de 1,7 billones de proyección anual con respecto a los dos últimos trimestres -- pero las empresas aún tienen que gastar sus montones de liquidez.

En lugar de eso, los consejeros delegados que nadan en dinero exigen todavía más gasto público. Fue el tema de la sesión del lunes en la Cámara, donde 23 caballeros y una señora se sentaron alrededor de una mesa con forma de U y escucharon al presidente de la Cámara Tom Donohue describir a los estados como "laboratorios de democracia" en donde las empresas tienen mucha más probabilidad de encontrar "soluciones, innovaciones, experimentos y bipartidismo de sentido común".

Walker, cuya legislatura ha convertido Wisconsin más bien en un laboratorio de teocracia, se mordió la lengua ante la mención del bipartidismo. "El primer día mismo que salí elegido", dijo cuando llegó su turno de palabra, "puse un cartel que rezaba:" Wisconsin está abierto". Agitó una pegatina con ese mismo mensaje para la audiencia de la Cámara. "Convoqué a la legislatura a una sesión extraordinaria dedicada íntegramente al empleo".

Eso condujo a la lucha por la negociación colectiva, la fuga de legisladores Demócratas del estado, y las masivas concentraciones de Madison. "Recibimos más atención que la mayoría", dijo.

La atención continuaba el lunes. El Gobernador de Delaware Jack Markell, uno de los dos Demócratas del reparto, dijo que "seguimos un enfoque diferente" al de Walker: "Invité a los sindicatos a la mesa". Markell dijo que los recortes que negoció con los sindicatos superan su objetivo un 30 por ciento, sin crear resentimientos por el estado.

El otro Demócrata, el Gobernador de Colorado John Hickenlooper, refutaba implícitamente a Walker cuando dijo: "con una Cámara Republicana y un Senado Demócrata tramitamos nuestros presupuestos con un 75% en las dos cámaras al menos".

En términos de creación de empleo, tampoco el enfoque de los Demócratas ha funcionado mejor que el de Walker. Colorado suma 9.000 empleos en la construcción y la industria este ejercicio, y Delaware sigue muerto. Iowa, representada en la mesa por el Gobernador Republicano Terry Branstad, añadió 12.000. Virginia, representada por el Gobernador Bob McDonnell, 22.000.

El mayor creador de empleo de los seis, el Gobernador Republicano de Florida Rick Scott, se jactaba de que sus bajadas tributarias, su liberalización y su reforma del código civil le permiten "bajar el paro mensualmente desde que llegué a la administración, y el mes pasado nuestra creación de empleo fue superior a la del resto del país". Eso está bien, pero hasta el crecimiento de Scott representa apenas el 1% de la mano de obra del estado, y el paro en Florida es de los más altos del país.

Con el tiempo, los gobernantes - como el Presidente Obama - tendrán más para avalar sus políticas de creación de empleo. Pero por ahora, tendrán que conformarse con pequeños pasos. Walker dijo a la Cámara que Wisconsin ascendió 17 puestos en la lista anual de la revista Consejero Delegado. "El año pasado estábamos en el 41", dijo. "Este año ascendimos al 24".

Ojalá los felices consejeros delegados empezaran a contratar. 

 

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Dana Milbank

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