Por qué cada vez más personas hacen senderismo de larga distancia

Caminar largas distancias por entornos naturales es una tendencia en alza. Lo que antes parecía reservado a aventureros solitarios o jubilados en busca de actividad, ahora atrae a jóvenes, urbanitas, trabajadores en burnout e incluso familias. El senderismo de larga distancia, también conocido como thru-hiking, ha pasado de nicho a fenómeno global, especialmente tras la pandemia.
Quienes se lanzan a rutas de más de 100, 200 o incluso 1.000 kilómetros no buscan solo ejercicio. Buscan una experiencia transformadora. Alejarse del ruido, del móvil, de las prisas. Caminar durante días —a veces semanas o meses— permite repensarse, observar, sentir y, sobre todo, vivir el presente.
El acto de caminar, repetitivo y constante, tiene un efecto meditativo. El contacto diario con la naturaleza y el silencio ayudan a combatir el estrés, la ansiedad y la saturación mental.
TikTok, YouTube e Instagram, la comunidad senderista crece
Las redes sociales también han tenido un papel clave. Existen miles de vídeos sobre el Camino de Santiago, la Pacific Crest Trail (EE.UU.), la Via Francigena (Italia) o la Te Araroa (Nueva Zelanda). Se muestran consejos sobre qué llevar en la mochila, cómo superar etapas difíciles o dónde acampar con las mejores vistas.
Influencers del outdoor como Dixie (Homemade Wanderlust) o Darwin on the Trail cuentan con cientos de miles de seguidores que sueñan con emprender su propio camino. Las marcas deportivas también lo han notado y lanzan colecciones ligeras, resistentes y minimalistas adaptadas al hiking extremo.
El minimalismo como filosofía de vida
Uno de los atractivos del senderismo de larga distancia es su espíritu minimalista: todo lo que necesitas debe caber en tu mochila. Esto enseña a priorizar, valorar lo esencial y romper con el consumo excesivo. Muchos senderistas afirman que la experiencia cambia su relación con los objetos, el tiempo y el dinero.
Además, caminar es una de las actividades más sostenibles: no contamina, no requiere infraestructuras complejas, y te conecta directamente con los ecosistemas que atraviesas.
Rutas que están ganando popularidad en 2025
Camino de Santiago (España): sigue siendo el referente europeo, con miles de peregrinos cada año.
La Senda del Oso (Asturias): ideal para quienes empiezan, con tramos de varios días en plena naturaleza.
GR11 – Transpirenaica: desde el mar Cantábrico hasta el Mediterráneo cruzando los Pirineos.
Camí de Cavalls (Menorca): circular, con playas vírgenes y paisajes únicos.
Via Dinarica (Balcanes): nueva joya europea que atraviesa ocho países.
The West Highland Way (Escocia): 154 km de lagos, castillos y niebla.
¿Es para todo el mundo?
No es necesario ser atleta para comenzar. Basta con prepararse bien, empezar con rutas que no entrañen dificultad, llevar calzado adecuado y conocer los propios límites. Algunas rutas permiten alojamiento diario en albergues o pueblos, mientras que otras requieren más autonomía con tienda de campaña y comida deshidratada.
Lo importante no es la velocidad, sino la constancia. Y sobre todo, disfrutar del camino más que de la meta.