Artur Mas provoca un nuevo boicot
Ayer me llamó mucho la atención una noticia en la que se recogía una información muy preocupante. Al parecer, el 57% de los empresarios y directivos de empresas de gran consumo temen que la "deriva independentista" de Artur Mas provoque un boicot a los productos catalanes por parte del resto de los españoles. Es más, algunos de ellos piensan que ese boicot está a punto de iniciarse o ha empezado ya, porque es difícil sostener una provocación constante como la que están llevando a cabo los actuales dirigentes catalanes.
Y me preocupa la noticia porque creo que ese boicot ya ha empezado. Y es que, si no recuerdo mal, hace unos días, el propio Artur Más hizo una apuesta descabellada por 'los productos de casa' que fue destacada profusamente por toda la 'obediente' prensa catalana. Mas, en aquel momento, invitó a los catalanes a que se fijasen en las etiquetas y sólo comprasen productos catalanes. Y eso, aparte de una catetada, no fue otra cosa que una propuesta provocadora para muchos españoles ya que Cataluña vende al resto de España más de la mitad de sus productos y servicios. Y es entendible que muchos españoles, ante semejante provocación, lo normal es que hagan lo mismo en un gesto de reciprocidad.
Por eso creo que el boicot ya ha empezado. Es normal que españoles hayan empezado a mirar las etiquetas de los productos para ver cuáles son o no productos catalanes. Insisto, como reciprocidad a la propuesta de Mas. Ellos consumen sus productos y muchos ciudadanos españoles consumen los productos del resto de España.
De hecho, ya hay corriendo por la red varias listas de productos catalanes, catalogados por secciones, con el nombre y el lugar donde está fabricado e, incluso, dónde está radicada la sede de la empresa. Y, por supuesto, en esas listas también hay bancos, cadenas de hoteles, compañías de seguros, publicaciones, etc.,...
Y es que, a fin de cuentas, la gente sencilla ya no aguanta más prepotencia y, como es libre de comprar lo que quiera con su dinero, está en su derecho de manifestar esa libertad en los estantes de los grandes almacenes y de las tiendas de barrio o en los concesionarios de coches, en los bancos o en las empresas de seguros, por poner sólo tres ejemplos. Incluso, me han comentado que hay gente que ya lo hace sin ningún pudor en los restaurantes.
Y me preocupa, sobre todo, porque la prima de riesgo catalana está en el 900% (absoluto bono patriótico-basura) y las farmacias catalanas estaban ayer cerradas porque la Generalidad no tiene un euro para pagar lo que les debe. Y, hoy por hoy, Cataluña es España.
Creo que los propios catalanes terminarán echando a Artur Mas de Cataluña y no me extrañaría nada que terminase viviendo en un pueblito de la costa murciana.
La Avispa-Estrella Digital
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