#15M o el lío de la Junta Electoral
La movilización del 15M les está viniendo grande a las instituciones del estado y a los partidos políticos que siguen sin entender las críticas. Los manifestantes no pretender acabar con el sistema, sino despertar las conciencias de quienes han logrado por acción u omisión la perversión de la Democracia. Nadie debería perder de vista que si se han convertido en protagonistas solo es porque, entre otros, los partidos políticos han dejado de serlo.
Y lo que unos lo ven como un revulsivo, otros lo ven como un ataque. Entre estos últimos está la Junta Electoral Central que ha prohibido las concentraciones de la jornada de reflexión. "En los días de reflexión y votación nuestra legislación electoral prohíbe realizar acto alguno de propaganda o de campaña electoral. Así mismo el día de la votación prohíbe formar grupos susceptibles de entorpecer, de cualquier manera que sea, el acceso de los locales electorales, así como la presencia en sus proximidades de quienes puedan dificultar o coaccionar el libre ejercicio del derecho del voto”, dice el tribunal.
Pues con todos los respetos, el tribunal no ha dado ni una. El movimiento ciudadano es eso, ciudadano, y no representa a ningún partido político, luego difícilmente puede entenderse como acto de campaña electoral, y no parece que la concentración en Sol o en otros lugares de España dificulte el acceso de los electores a los colegios electorales. Sencillamente, la Junta Electoral Central, como otras instituciones, ha demostrado estar de espaldas a la realidad y a la ciudadanía. Si hubieran tenido, simplemente, la curiosidad de acercarse a cualquiera de las concentraciones, habrían comprobado que no existe intencionalidad política y que los concentrados abarcan todos los grupos sociales y profesionales.
Con la decisión de la Junta tomada, a quien le resulta fácil “lavarse las manos” y dejar el problema a otro, la patata caliente, en efcto, está en manos del Gobierno, a quien le corresponde decidir cómo ejecutar lo orden de desalojo. Si él método es el utilizado en la madrugada del lunes, mal asunto. Veremos en qué se traducen las palabras de Rubalcaba: "La filosofía de la Policía se sustenta en tres normas de funcionamiento: actuaciones congruentes, oportunas y proporcionadas".
Veremos.
Lo que sí está a la vista es que la movilización se ha convertido en todo un ejemplo en el resto de Europa que la mira con admiración. Menos las instituciones españolas, para variar.
Editorial Estrella