El estreno del nuevo año no ha podido ser mejor. La bolsa, a pesar de haber sido lastrada por los problemas de la constructora Sacyr en Panamá, mantiene niveles muy aceptables tras las subidas de los últimos días de 2013. Y qué decir de la prima de riesgo, claramente ya por debajo de los 200 puntos, con una caída de 27 puntos en dos días, y la rentabilidad del bono a 10 años por debajo del 4 por ciento. Los analistas están bastante sorprendidos, ya que los movimientos en el mercado de deuda se han realizado en un entorno de mucho volumen y de capital tanto nacional como extranjero. Una de las claves está en la reducción de la exposición de los bancos españoles en deuda soberana que llevan meses practicando para mejorar su balance al cierre de 2013 de cara a las pruebas de solvencia a que las someterá el BCE en los próximos meses. De hecho, sólo en noviembre hablamos de 26.000 millones. El volumen de desapalancamiento ha sido tan fuerte que algunos bancos, sobre todo medianos, han vuelto a aumentar estos días sus posiciones en deuda del Tesoro.
Hay que anotar además que la confianza se basa también en los mejores datos que va ofreciendo la economía española. Entre ellos y por fin, el empleo. En 2013, se ha logrado el mejor dato de paro y empleo. El año cierra con 147.385 parados menos que en 2012 y la destrucción de puestos de trabajo se reduce a 85.041 empleos. Sin duda, los mejores datos de la crisis. La pérdida de cotizantes a la Seguridad Social en 2013 es inferior a la registrada en todos y cada uno de los años de la crisis y anota el mejor diciembre desde 2001. Parece que las reformas funcionan y que habría que seguir ahondando en ellas. Ahora falta el test del déficit público, muy importante para apuntalar la confianza que ya genera la economía española y que debe traducirse en más inversión y empleo.
Carmen Tomás