Mucho se ha hablado de la salud del Rey este último año, y es que Don Juan Carlos no ha recuperado su buena forma desde aquel accidente de caza en Botswuana. Tras la rotura de cadera y de varias operaciones, el Rey no encuentra una solución definitiva a su estado. Estas últimas semanas 
se ha barajado la posibilidad de que el Rey abdicara en favor de su hijo, el Príncipe Felipe, en un periodo relativamente corto de tiempo, y parece que así va a ser.
Por ahora, Don Juan Carlos tiene por delante varios meses de baja para recuperarse de la última operación y se prevé que a su vuelta anuncie su decisión de abdicar. El problema que muchos se plantean es la continuidad de la monarquía con el Príncipe Felipe al frente. Al parecer, la princesa Letizia no levanta demasiadas simpatías, resulta distante, fría y calculadora, a pesar de sus últimos esfuerzos por aparentar cercanía y el Príncipe, aunque está sobradamente preparado para asumir el trono, levanta sospechas sobre su fuerza y valía. Abdicar o no abdicar, esa es la cuestión
Otro de los interrogantes es lo que pasará con los que se confiesan abiertamente ‘Juancarlistas’ pero no ‘Felipistas’, ni mucho menos monárquicos. ¿Le darán una oportunidad al Príncipe? o ¿volverán a pedir la instauración de una nueva República?, régimen que por otro lado nunca ha tenido 
mucho éxito en España, las dos Repúblicas acabaron en guerra.
Lo que está claro es que Don Juan Carlos no aguantará mucho más en el trono. Según fuentes bastante fidedignas, cuando hace pocos meses el Rey viajó a Nueva York no fue capaz de salir del hotel y todas las recepciones las realizó allí mismo para evitar moverse y lo que es más, al parecer, el monarca se mueve en silla de ruedas casi todo el tiempo, a excepción de actos oficiales.
El Rey se merece una retirada y el Príncipe Felipe resulta el idóneo para ocupar el lugar de su padre. Veremos si los ciudadanos, la opinión pública y los políticos le dejan….
Los mundos rosas de Itziar