viernes, marzo 29, 2024
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Huelgas de diseño

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Les supongo informados sobre la huelga general que la pasada semana hubo en nuestro país. Creo que lo recordarán pese a que ahora las huelgas generales han dejado de ser una protesta rabiosa y espontanea ante algo injusto  y que incluso se prolongaba en el tiempo hasta dialogar o resolver.

Ahora el tema es distinto: se trata de celebrar un 1 de Mayo en cualquier otro día del calendario.

Para ello los Sindicatos convertidos en instituciones (no tengo nada en contra, si muchos afectos entre algunos y algunas de sus miembros de los que espero lean estas líneas con cierto sentido del humor), ponen en práctica técnicas de marketing capitalista: primero un lema, después un bonito cartel y acto seguido una gira o road show para motivar militantes. Estamos hablando de actividades propias de una sociedad de consumo. Nada que ver con Marx o Lenin. Entre imprentas, creatividad, viajes, videos, alquiler de locales, catering y demás, la cosa se pone en un pico.

También es precisa una buena planificación que necesita su tiempo. Nada improvisado. En la última huelga lo han tenido: dos o tres meses. Por ello no entiendo que se haya elegido un día 29 que perjudica lo de las nóminas, aunque debo reconocer que ha tenido efectos positivos e incluso oportunidades. El 29 de Septiembre es San Miguel que aparte de ser una cerveza es un arcángel al cual le cabe el honor de ser patrón de varias localidades. Por ello es día festivo y los comercios no abren ni este año, ni el pasado, ni el que viene. En dichas poblaciones el seguimiento de la huelga general debió ser de un 100 %. Aparte de ser un éxito estadístico tal vez se ha perdido la posibilidad de conseguir un gran patrocinador.

Hasta aquí todo bien. No voy a ser yo quien tenga nostalgia de violencias y penalidades. Pienso que hemos construido una sociedad light y en función de ella los conceptos han cambiado. Ahora la sociedad digiere una huelga general como quien se toma un gazpacho. O un salmorejo que está más de moda.

En estas épocas los únicos que saben amenazar o hacer huelgas a la antigua son los señores controladores aéreos. Estos sí que son expertos. Consiguen más o menos lo que quieren y colocan a sus portavoces como iconos mediáticos. Estos es sacar línea y bingo en la misma jugada o cartón.

La huelga general de la pasada semana finalizó con manifestaciones en distintas ciudades a la que acudieron, en cada una de ellas, una multitud similar a la que llena los campos de futbol cada quince días. En ella, huelguistas y gobierno se dijeron de todo menos feo y así acabó la huelga general de diseño.

Eché de menos a Julio Iglesias en el fin de fiesta cantando aquello de “La vida sigue igual”. Hubiera sido un broche perfecto.

Paco Fochs

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