En un discurso ante embajadores acreditados ante la Santa Sede, el Papa Francisco ha llamado a la «prohibición universal» de la maternidad subrogada, afirmando que ofende «gravemente la dignidad de la mujer y del niño«. Francisco enfatizó que «un hijo es siempre un don y nunca el objeto de un contrato«, solicitando un compromiso internacional para erradicar esta práctica.
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Además, el Pontífice expresó su rechazo a la «ideología de género», considerándola parte de las «colonizaciones culturales» modernas. Francisco alertó sobre los «nuevos derechos» que, según él, no son totalmente compatibles con los originales y criticó la «teoría de género» por su intento de igualar a todos, lo que calificó como «extremadamente peligroso».
El Papa abordó también el «reto educativo» que plantean las nuevas tecnologías, advirtiendo sobre la posibilidad de que se conviertan en instrumentos de división o difusión de «fake news«. Pidió una reflexión cuidadosa a nivel nacional e internacional para garantizar que el desarrollo de la inteligencia artificial sirva al hombre y promueva relaciones interpersonales saludables.
En cuanto al compromiso de la Unión Europea con el nuevo Pacto sobre la Migración y el Asilo, Francisco expresó su «satisfacción«, aunque señaló limitaciones, especialmente en el reconocimiento del derecho de asilo y el peligro de detención arbitraria. Destacó los riesgos que enfrentan los migrantes en diversas rutas peligrosas, subrayando la importancia de regular la migración para acoger, promover, acompañar e integrar a los migrantes.