viernes, marzo 29, 2024
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Advierten de «alarmantes cambios del clima» en Europa

El Servicio de Cambio Climático del sistema satelital Copernicus ha publicado su informe anual, que revela que Europa ha experimentado un calor extremo sin precedentes y una sequía generalizada en 2022

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El informe advierte de que los fenómenos extremos son cada vez más frecuentes e intensos, lo que pone de manifiesto los alarmantes cambios del clima. Europa se está calentando más rápido que cualquier otro continente en las últimas décadas, y las temperaturas aumentan a una velocidad que dobla la media global.

En 2022, sufrió el segundo año más cálido y el verano más caluroso desde que hay registros, con olas de calor intensas y prolongadas en gran parte del continente, en especial en la zona sur.

Europa se calienta más rápido que cualquier otro continente

En el último quinquenio, la temperatura media se situó unos 2,2 °C por encima de la media en la era preindustrial (1850-1900). Solo en 2022, los termómetros superaron en 0,9 °C a la media reciente (1991-2020). En España, 2022 fue el más caluroso desde que hay registros, y terminó con temperaturas entre 5 y 10 grados centígrados superiores a lo habitual, más propias del mes de abril que de finales de diciembre, según la Agencia Estatal de Meteorología.

El Ártico sufre cambios drásticos en su clima

El informe también señala la preocupante situación del Ártico, cuyo clima está experimentando cambios drásticos y cuyas temperaturas aumentan mucho más rápido que en la mayor parte del resto del planeta, con 3 °C más que la media de la era preindustrial, frente al calentamiento global de 1,2 °C.

En el Ártico, 2022 fue el sexto año más cálido registrado en su conjunto, y el cuarto año más cálido en las zonas terrestres. Una de las regiones más afectadas fue el archipiélago de Svalbard, que vivió su verano más cálido, con temperaturas que en algunas zonas superaron en 2,5 °C la media.

Groenlandia también experimentó condiciones climáticas extremas, como un calor excepcional y lluvias en septiembre, en lugar de nieve. Las temperaturas medias del mes fueron hasta 8 °C superiores a la media y la isla vivió tres olas de calor.

La sequía generalizada en Europa

La falta de precipitaciones, junto con las altas temperaturas, ha llevado a una situación de sequía generalizada en Europa. En invierno, se dieron menos días de nieve que la media, mientras que en primavera, las lluvias fueron inferiores a la media en gran parte del continente. Únicamente en mayo, se registraron las más bajas desde que hay registros para ese mes. La anomalía anual de la humedad del suelo fue la segunda más baja de los últimos 50 años, el caudal de los ríos europeos fue el segundo más bajo registrado y se encadenaron seis años consecutivos con caudales inferiores a la media. En cuanto a superficie afectada, fue el año más seco desde que hay registros y un 63% de los ríos europeos tuvieron caudales inferiores a la media.

Los incendios forestales en Europa

El calor y la falta de lluvias fueron el caldo de cultivo para los miles de incendios forestales que arrasaron Europa, especialmente en el sur. Estos fuegos generaron las mayores emisiones procedentes de incendios desde el verano de 2017. En Francia, España, Alemania y Eslovenia se registraron las mayores emisiones de incendios forestales estivales de los últimos 20 años, al menos, y en el suroeste de Europa se produjeron algunos de los mayores incendios registrados en el continente.

El futuro del clima europeo

Respecto a qué pasará en 2023, la directora adjunta del C3S, Samantha Burgess, ha señalado durante la presentación del informe que aunque no se puede afirmar que los europeos sufrirán más calor este año, sí se sabe que a mayor concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera (el CO2 ha aumentado en un 2,4% en 2022) más probabilidad de que haya más años cálidos.

La crisis climática amplifica la variabilidad del tiempo y hace que la probabilidad de que haya años más cálidos aumente constantemente.

A las altas temperaturas se sumó la escasez de precipitaciones, factores que llevaron a una situación de sequía generalizada en Europa. Los países mediterráneos, particularmente España, ya sufren estrés hídrico y, a menos que se dé una importante recarga de precipitaciones en primavera, es probable que la disponibilidad de agua siga por debajo de la media en los países del sur de Europa en los próximos meses.

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