El 17 de octubre se conmemora el Día Internacional para la Erradicación de la pobreza, algo que Unicef ha aprovechado para alertar de que, tanto la guerra de Ucrania y como la inflación, pueden agravar el riesgo de pobreza y exclusión social en el que viven uno de cada tres niños en España. Además, Unicef insiste en la urgencia de implantar una prestación por crianza universal para reducir esas cifras de pobreza y garantizar la protección social de todos los hogares con niños. Según sus datos, el 33,4 % de los menores en España viven en situación de riesgo de pobreza o exclusión, lo que supone 2,8 millones de niños.
La organización de defensa de la infancia explica que “las consecuencias del incremento de precios en alimentación y suministros básicos están teniendo un efecto añadido en los hogares con niños y niñas, en los que los gastos de alimentación y transporte se incrementan notablemente respecto a otros tipos de hogares”. Una situación que, para los hogares con menos recursos, puede llegar a suponer durante este invierno tener que elegir entre una alimentación suficiente o mantener la casa caliente.
Por ello, las organizaciones en defensa de la infancia en España consideran necesaria esa ayuda universal: piensan en una deducción fiscal reembolsable, pero más ambiciosa que la medida de ampliación de la deducción por maternidad (de 0 a 3 años) que contienen los presupuestos para 2023. Unicef reclama que la situación actual urge “la necesidad de poner en marcha de forma decidida el Plan Estatal de Acción para la implementación de la Garantía Infantil Europea aprobado este verano”.
La pobreza infantil a raíz de la invasión de Ucrania y la crisis
A nivel global, Unicef advierte de que la guerra de Ucrania y la inflación llevan a cuatro millones de niños más bajo el umbral de la pobreza, y de que el efecto dominó del aumento de la pobreza infantil podría llevar a un fuerte incremento del abandono escolar y la mortalidad infantil. Para Unicef las dificultades que experimentan las familias en situación de pobreza o al borde de esta se profundizan cuando los gobiernos reducen su gasto público, aumentan los impuestos al consumo o ponen en marcha medidas de austeridad con el objetivo de impulsar sus economías a corto plazo, ya que esto reduce el alcance y calidad de los servicios de apoyo de los que dependen las familias.
Además, la organización asegura que la pobreza infantil dura toda la vida: “uno de cada tres niños nacido y criado en pobreza vivirá en la misma situación su vida adulta, lo cual lleva a un ciclo intergeneracional de dificultades y privaciones”.