Pasadas las diez de la noche, la Policía Nacional acudió al primer piso del número 7 de la calle San José de la Montaña del Camp Redó porque la familia de la mujer estaba preocupada, ya que no les cogía el teléfono.
Una vez en el domicilio, los agentes descubrieron que la mujer había sido degollada y su cuerpo había sido introducido en una bolsa de plástico por su agresor.
La Policía inició la búsqueda del presunto agresor, que huyó del lugar de los hechos antes de que llegaran los agentes. Se trata del primer caso de violencia de género de Baleares de este año.
El presunto agresor padece una cojera y mide 1,60 metros aproximadamente y responde al nombre de Juan José P.P. Tiene 53 años de edad y padece un trastorno psíquico «importante, por lo que podría ser peligroso, según la Policía, que le busca por Palma y alrededores.
Su retrato ha sido distribuido entre los diferentes cuerpos de seguridad para ayudar en las labores de búsqueda, aunque por ahora no está previsto que se facilite a los medios de comunicación. La Policía ya se ha puesto en contacto con su familia, que no sabe nada de su paradero aunque sospecha que sigue en Mallorca.
Crimen bajo investigación
El Ministerio de Igualdad ha dejado bajo investigación este crimen, de forma que la cifra de víctimas mortales de violencia machista en lo que va de año asciende a cuatro mujeres, ninguna de las cuales había presentado denuncia previa.
Según fuentes ministeriales consultadas por Europa Press, las circunstancias especiales del crimen de Palma, por el que aún no ha sido detenida ninguna persona, han llevado a la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género a reservar un diagnósitico en espera de más información que confirme el móvil machista del asesinato.
Así, las víctimas mortales de este mes de enero ascenderían a cuatro, la última de las cuales tuvo lugar también este jueves en la localidad madrileña de Brunete, donde I.S.F, española de de 36 años de edad, fue asesinada, presuntamente a manos de su ex novio, S.G.M. Nunca le había denunciado.
La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, expresó su «más absoluta condena y repulsa» por este nuevo asesinato y tras manifestar su solidaridad con el entorno de la víctima, lanzó un mensaje dirigido al conjunto de la sociedad reclamando más implicación y menos tolerancia ante la sospecha de una situación cercana de violencia de género.
«Cuando una mujer dice que tiene miedo, no podemos restarle importancia. Tenemos que protegerlas, cuidarlas y denunciar la situación para que el sistema de protección comience a funcionar, destacó la ministra, para incidir en que «es necesaria la implicación de toda la ciudadanía, porque es responsabilidad de todos cuidar y proteger a las mujeres que sabemos que están viviendo una situación tan difícil».