Tras señalar que ha oído en muchas ocasiones a Solbes decir que va a abandonar la vida política, Zapatero ha subrayado que su vicepresidente «tiene una trayectoria muy dilatada, es un gran gestor de cuentas públicas y va a cumplir con su deber».
«No pierdan mucho el tiempo, porque el Gobierno está comprometido en estos momentos con un amplio plan de estímulo de la economía española y del empleo y todos los ministerios tienen asignada una tarea de gran trascendencia», ha manifestado.
El objetivo prioritario es gestionar con la máxima celeridad las medidas económicas aprobadas; «ese es el horizonte que tiene el Gobierno», ha insistido.
Según ha recalcado, el análisis político sobre una hipotética crisis es «muy respetable» -«incluso respeto que alguien lo desee», ha dicho»-, pero los ministros que fueron designados tras las últimas elecciones, varios de los cuales ya ostentaban esa responsabilidad, van seguir trabajando.
«Un gran sentido de la ironía»
Sobre las declaraciones concretas de su vicepresidente, se ha mostrado convencido de que ni él ni Solbes están pensando hoy en las próximas elecciones y ha estimado que tiene «un sentido de la ironía mayor» de lo que parece.
El ministro de Economía, ha recordado, tiene una «larga y fecunda» trayectoria en la gestión pública – «siempre con un resultado exitoso»- y siempre ha manifestado su deseo de poder dedicarse más a la actividad privada «en un horizonte razonable».
Según ha revelado Zapatero, se lo dijo a finales del 2003, cuando le pidió que se incorporara al comité de notables que preparaba el programa electoral del PSOE, y después en el 2004 cuando, tras ganar las elecciones, le ofreció formar parte del Gobierno.
Ya han pasado casi cinco años, destacó Zapatero, quien bromeó al recordar cómo algún amigo le ha comentado que Solbes «nació funcionario y alto cargo».