viernes, mayo 3, 2024
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El número de fijos discontinuos continúa siendo la gran incógnita tras la reforma laboral

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La reforma laboral de 2022 pretendía acabar con el abuso de la temporalidad que llevaba décadas implantada en el mercado de trabajo. Para ello, se limitaron los supuestos de contratación temporal a dos: por circunstancias (previstas o imprevistas) de la producción, y por interinidad. Con el objetivo de potenciar la contratación indefinida y el número de contratos fijos discontinuos.

Desde que la nueva regulación entró en vigor, se ha producido un importante baile de datos, y nadie parece tener claro cuál es el número total de trabajadores fijos discontinuos que están en activo y los que están cobrando la prestación por desempleo.

Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, utilizó hace unos días los microdatos de la Encuesta de Población Activa (EPA) para dar información sobre los fijos discontinuos que están en activo y los que no lo están. Sin embargo, desde el Servicio Público de Empleo (SEPE) creen que este baremo no es el correcto y, de hecho, el propio Ministerio de Trabajo utiliza otras fuentes diferentes a la EPA para medir estos datos.

¿Cómo funciona un contrato fijo discontinuo?

Esta modalidad contractual se caracteriza por permitir a las empresas contar con más plantilla en aquellas épocas del año en las que tienen mayor volumen de trabajo, de forma que no tenga que recurrir a la contratación temporal.

Se trata de un contrato indefinido, porque en principio no tiene establecida una fecha de finalización. Quienes están vinculados con una empresa a través de esta modalidad contractual, prestan servicios en ella durante un determinado período y luego pasan a situación de inactividad, pero el contrato no se rompe.

Cuando la empleadora necesita de nuevo sus servicios, vuelve a llamar a los empleados vinculados a ella con un contrato fijo discontinuo.

Mientras el trabajador está inactivo, pasa a cobrar la prestación por desempleo (si ha cotizado lo suficiente para ello). Pero a efectos legales no tiene la condición de desempleado, porque sigue teniendo un contrato en vigor.

¿Cómo se calcula el número de personas que están en situación de inactividad?

A nivel social y político existe un gran interés en saber cuál es el número concreto de personas que, teniendo un contrato fijo discontinuo, se encuentran ahora en situación de inactividad. Es decir, que no están trabajando (aunque no se consideren parados). 

El problema es que no hay un baremo único y que la Seguridad Social no está actualizando los datos a la velocidad que sería deseable. 

Fedea, la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, ha recurrido a diferentes fuentes estadísticas para intentar conocer el número de inactivos, pero no ha podido realizar cálculos más allá de 2022. Porque los datos del año pasado y los de este 2024 no están actualizados.

Aunque la Seguridad Social publica todos los meses el número de altas y bajas producidas y el motivo de las mismas, estos datos mantienen un carácter provisional hasta pasados 15 meses. Algo que no ocurría antes de la reforma laboral de 2022. Por tanto, los datos de los últimos meses no se pueden utilizar con carácter oficial para hacer estudios y análisis, porque son meramente provisionales y podrían llegar a cambiar. 

Fedea acusa directamente a la Seguridad Social de la falta de datos disponibles. Porque tiene que pasar más de un año para que se pueda saber a ciencia cierta si alguien en situación de inactividad por tener un contrato fijo discontinuo ha vuelto a ser llamado por la empresa, o si esa relación laboral se ha roto.

Lo que piden desde esta fundación es que la Administración depure con mayor rapidez y eficacia los datos, para conocer el verdadero origen de las bajas. A fin de poder analizar si la reforma laboral ha sido realmente efectiva a la hora de potenciar la contratación indefinida.

Por lo que respecta a 2022, el estudio de Fedea concluye que a finales de ese año había en España 1,42 millones de empleados con un contrato fijo discontinuo, de los que 731.000 estaban inactivos. Sin embargo, como entre los inactivos también puede haber trabajadores que estén activos con otro contrato, se estima que el número total de inactivos ascendía a unos 518.000.

Como medida para evitar los abusos, desde Fedea proponen que se penalice a las empresas que se exceden a la hora de enviar a sus fijos discontinuos a la inactividad. Proponiendo que estas tengan que pagar una indemnización al empleado o mediante un sistema de “bonus-malus” que penalice a aquellas que cubren un único puesto con varios empleados fijos discontinuos.

Aumenta la siniestralidad entre los fijos discontinuos

Es difícil conocer en qué situación concreta se encuentran quienes están vinculados con una empresa a través de un contrato fijo discontinuo, pero sí hay datos concretos sobre la siniestralidad vinculada con esta contratación.

Según se desprende de los análisis llevados a cabo por los sindicatos, se está produciendo un repunte de los accidentes laborales entre personas con contratos fijos discontinuos. Estos representan ya un 34% del total de accidentes laborales, y han pasado a ser la modalidad contractual con mayor incidencia de siniestralidad laboral y enfermedades profesionales.

En total, durante 2023 se produjeron un total de 1,19 millones de accidentes de trabajo. De media, las bajas por enfermedad profesional han pasado de 60 días en 2012 a 107 días en 2023, un fenómeno que se achaca al retraso en el diagnóstico de algunas patologías, lo que hace que aumente el tiempo necesario para la recuperación.

Desde Comisiones Obreras (CCOO) destacan que la precariedad laboral incrementa las posibilidades de sufrir accidentes de trabajo. Y que tanto los ciudadanos extranjeros como los colectivos con menos ingresos o menor cualificación profesional tienen más riesgo de sufrir un siniestro durante su jornada de trabajo.

Crece el número de jóvenes con contrato fijo discontinuo

Según los datos de la Encuesta de Población Activa de 2022 y 2023, el número de asalariados fijos discontinuos ha estado en crecimiento en el colectivo de menores de 30 años. Pasando de 30.900 en 2021 a 129.100 el año pasado.

El incremento se ha notado especialmente en la franja de edad de 20 a 24 años, en la que casi 56.000 jóvenes contaban con un contrato de este tipo a finales de 2023.

Los más jóvenes son también los que más tasas de inactividad acumulan en estos contratos. Se estima que un 65% de los inactivos no superan los 24 años.

Por sectores, a lo largo de 2022 la mayoría de este tipo de contratos se registraron en el campo de la hostería y la educación. Pero a finales de 2023 se produjo un cambio de tendencia y las actividades administrativas y auxiliares superaron en número de fijos discontinuos menores de 30 años a la educación.

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