Rafa Nadal debuta esta madrugada en el Masters 500 de Pekín frente al tenista local Wu Di. Tendrá un debut aparentemente sencillo porque se trata del número 224 del mundo. Además, puede aspirar a grandes cosas en este torneo, puesto que el cuadro se le ha abierto con la eliminación de Jo-Wilfried Tsonga. Djokovic juega por la otra parte y solo se verían en la final, por lo que si los favoritos avanzan puede verse en semifinales contra Tomas Berdych. Allí tendría la oportunidad perfecta para volver a ganar de una vez por todas a un top ten en pista dura.
Sin embargo, Rafa no se toma con demasiada presión estos partidos. No espera obtener grandes resultados en lo que queda de temporada y solo quiere recuperar las buenas sensaciones tras un año pésimo.
En los próximos días, se cumplirá un año del famoso ataque de apendicitis que le ha dejado sin confianza durante toda una temporada y no defiende puntos, por lo que puede soltar la mano sin complejos y ver lo que pasa.
Arreglar el 2015 ya es imposible a estas alturas y lo mejor es dejarlo pasar. En cambio, el actual número ocho del mundo no está dispuesto a que esto se vuelva a repetir y ya trabaja en las soluciones de cara a 2016.
Toni no descarta cambios en el juego ni en el equipo
Se ha cansado de decir que no habrá cambios en su equipo, pero parece que detrás de todo esto hay un matiz y que tiene un plazo para que los resultados lleguen antes de tomar decisiones drásticas. «Es cierto que este año ha ido un poco hacia abajo, pero estoy seguro de que el regreso de Rafael está cercano. Tal vez si el año que viene Rafael no logra jugar bien, entonces creo que podemos pensar en algunos cambios en su juego o en su equipo», dijo su tío y entrenador, Toni Nadal en una charla con la agencia France-Presse.
De esta forma, parece que Toni abre la puerta a dejar de trabajar con su sobrino, cuando hasta ahora los dos habían negado cualquier tipo de cambio con rotundidad, aunque en realidad los tiros podrían ir en otra dirección. Djokovic y Federer rinden muy bien desde que Becker y Edberg les asesoran, por lo que a Rafa y a Toni también les podrían interesar los consejos de viejas leyendas que han vivido crisis a lo largo de sus carreras.
Por otra parte, Federer juega muy bien desde hace muchos años, mientras que su matrimonio con Mirka Vavrinec no para de darle alegrías. Además, la carrera de Djokovic va viento en popa desde su enlace con Jelena Ristic y Andy Murray también se creció tras formalizar su compromiso con Kim Sears.
Por eso, muchos creen que la estabilidad sentimental atrae los éxitos en los tenistas, pero parece que Rafa no piensa del todo así. «Creo que no necesito casarme para jugar un buen tenis. He jugado bien durante mucho tiempo sin estar casado así que esa no es la clave», dijo el ‘rey de la tierra’ medio sonrojado a la televisión china.
Seguramente, estar casado y tener hijos no dará a Rafa más opciones de ganar, sin embargo tiene que analizar su juego para dar soluciones y no responder siempre con lo mismo. “Antes ganaba haciendo esto, por lo que no tengo que cambiarlo” es una frase que ya no vale. Se acerca a la treintena con mucha carga emocional de partidos a sus espaldas y tiene que reinventarse. Ya no le vale con hacer lo mismo que cuando tenía 18 años.