Nuevas plantillas en la Guardia Civil: mucho jefe y poco indio

La frase “mucho jefe y poco indio” es lo primero que se me viene a la cabeza cuando leo la publicación de las nuevas plantillas de la Guardia Civil.
Estructurada la Dirección General de la Guardia Civil (DGGC) en una Dirección Adjunta Operativa y un Mando de Personal y otro de Apoyo, ambos con establishment de Subdirección General y con tres tenientes generales al frente, resulta incoherente que tres Chief Executive Officer (CEOs, como se diría en terminología anglosajona) necesiten otros 39 generales como adjuntos en una estructura que si extrapoláramos a cualquier empresa nacional o internacional supondría un caos del órgano ejecutivo (y aquí solicito el amparo de las opiniones de los don Florentino Pérez Rodríguez y don Amancio Ortega Gaona).
No es baladí tal número de bastones pululando por los pisos nobles de la DGGC si a esos bastones les acompañamos de 174 coroneles, 328 tenientes coroneles y 536 comandantes, en total 1.080 efectivos que, salvo rara excepción, su contribución al lema policial de “Servir y Proteger” no va más allá de contabilizar “palotes” estadísticos, confección de documentos, dosieres, informes, etc.; confeccionados por subordinados.
Si me leyera George Armstrong Custer durante sus prácticas en Little Big Horn con el 7.º Regimiento de Caballería diría, sin lugar a dudas, que ni en toda la coalición de las Naciones indias se vieron tantos penachos juntos, salvo que el enemigo fueran guardias civiles.
Claro que a él solo le bastó con un puñado de oficiales y muchos, muchos soldados para enfrentarse a Caballo Loco y Jefe Gall que comandaban 6.000 guerreros. Que perdió, es cierto, pero el siempre estuvo presente en el campo de batalla, le sobró el telégrafo.
El despliegue de guardias civiles en las calles lo instauró el II duque de Ahumada
Hoy día ese campo de batalla lo libra la Guardia Civil en las calles de los pueblos y ciudades de su ámbito de despliegue, por cierto despliegue instaurado por don Francisco Javier Girón y Ezpeleta de las Casas y Enrile, II duque de Ahumada fundador y primer director general de la Guardia Civil.
En las costas del narcotráfico patrio y en los embrollos jurídicos al servicio de los tribunales, donde, a excepción de determinadas unidades –yo también apoyo a la UCO-, sí vemos oficiales y suboficiales, de momento, al lado de los cabos y guardias.
Pero en las calles y costas de nuestra querida España tan sólo vemos patrullar a la escala básica, a los indios –cuando los vemos- salvo que aparezca solidariamente algún suboficial u oficial (capitán a lo máximo) para impulsar y coordinar el servicio. Para lo demás, existen el móvil, WhatsApp, Imbox…
La prevención y reacción se hace efectiva patrullando con efectivos suficientes
La Guardia Civil necesita indios, da lo mismo que sean Apaches, Comanches, Chiricaguas o Pies Negros, pero indios, y da igual que vayan en coche, moto, caballo o patinete (siempre con casco) pero indios, muchos indios.
La protección de los ciudadanos y de sus bienes se garantiza siempre con la prevención y la reacción, y esa prevención y reacción se hace efectiva patrullando con efectivos suficientes –Seguridad Ciudadana- que garanticen un servicio real a la ciudadanía, de lo contrario los delitos aumentan y las victimas siempre son los ciudadanos, y decirles a quienes me leen que las estadísticas oficiales de la delincuencia en España son falsas y tendentes a la baja, pero eso ya lo explicaré en otra ocasión.
La Guardia Civil necesita entre un 20 % y un 25 % más de indios para patrullar montañas, praderas o estepas como mi querida Siberia española, donde estuve año y medio destinado.
Una oferta de empleo de 3.600 indios no sirve ni siquiera para reponer la merma de efectivos por las jubilaciones –este año llega el grueso de los baby boomers- en la Institución benemérita y menos aún para tapar tanto agujero por Comisiones de Destino que generan esas unidades fantasmas, inventadas principalmente para vender un producto que no existe o para investigar tantos delitos como se cometen por la falta de efectivos en “Prevención y Reacción”, fundamento básico de la actividad primaria de cualquier institución policial.
Necesitamos 20.000 obreros más que patrullen las calles; más de 7.700 jefes son muchos jefes
Señor Marlaska y Señora Mercedes González, necesitamos indios, muchos indios, necesitamos 20.000 guardias civiles más de la escala básica, necesitamos 20.000 obreros más que bajen al tajo todos los días, que patrullen calles y carreteras, playas y acantilados… necesitamos hombres y mujeres suficientes para prevenir y reaccionar.
Más de 7.700 jefes son muchos jefes en una empresa de 70.000 empleados cuando esos jefes para realizar “sus labores” necesitan de otros tantos 7.700 indios que les gestionen “palotes” estadísticos, confección de documentos, dosieres, informes, etc. pues impulsar la eficiencia de la actividad laboral desde el Imbox, wasap, @ y cualquier día Wallapop es licito, pero me pregunto si es ético, aunque para consideraciones éticas ya disponemos de nuestro Código benemérito.