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De la Vega asume su salida: "En el Gobierno siempre se tiene que estar con la maleta hecha"

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, expresó este jueves su orgullo por haber formado parte, incluso en los momentos más duros, del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, y asumió con normalidad su salida: "siempre se tiene que estar con la maleta hecha".
      
Fernández de la Vega puso fin a su etapa como vicepresidenta y portavoz del Gobierno en una rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa, acto muy emotivo y concurrido que concluyó con el aplauso de sus colaboradores y de parte de los periodistas y con el obsequio de un ramo de flores de los reporteros gráficos.
      
Ella pudo contener las lágrimas -no así numeroso personal de Moncloa e incluso algún informador- pese a que después confesó a los periodistas que ha estado a punto de no dominar sus sentimientos.
      
Explicó que, tal y como comentó este miércoles Zapatero, su salida del Gobierno fue un asunto del que ambos hablaron el domingo y que se enmarca en la normalidad de las reglas del juego democrático.
      
Después, en una conversación informal con los periodistas, señaló que ella mismo animó a Zapatero a hacer cambios y que, como vicepresidenta política, siempre le dijo las cosas.

Este jueves, con quien ha hablado ha sido durante cuatro horas con el nuevo ministro de la Presidencia, Ramon Jáuregui, mientras que este miércoles pasó casi seis horas con su sucesor al frente de la vicepresidencia primera, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Agradecimientos

Fernández de la Vega repartió agradecimientos que ha ido acumulando durante seis años y medio en su cargo y quiso destinar los primeros de ellos al Rey y al resto de la Familia Real, así como al presidente del Gobierno por haber podido compartir con él un proyecto social "muy comprometido con la ciudadanía".
      
"Un proyecto que siempre ha merecido la pena, incluso en los momentos más duros", subrayó para revelar después lo difícil que han sido todas las muertes acaecidas durante el ejercicio de su cargo y el durísimo mes de agosto pasado antes de la liberación de los dos cooperantes secuestrados en el Sahel.
      
La todavía vicepresidenta atribuyó a Zapatero y a la lucha de muchas mujeres en la historia el que ella haya sido la primera vicepresidenta y haya presidido en ocasiones los Consejos de ministros.
      
A su juicio, un paso importante para todas mujeres que ha ido acompañado de una política de impulso de la igualdad, a la que todavía dijo que queda un largo camino por recorrer pero gracias a la que ha vivido algunos de sus mejores momentos como vicepresidenta.
      
Amplió sus agradecimientos al resto de ministros con los que compartió estos años, a sus colaboradores, a los presidentes autonómicos, alcaldes, representantes de los agentes sociales y de diversas asociaciones, a los periodistas y, en general, a todos los ciudadanos.
      
Ellos, dijo, han sido su "guía", y por ellos ha trabajado hasta ahora y seguirá haciéndolo.
      
Su destino es el Consejo de Estado -donde será la primera mujer como consejera permanente-, aunque también señaló que no quiere desvincularse de algunos de los proyectos que ha abanderado en estos años como el encuentro de mujeres España-África.
      
Antes de abandonar su escaño en el Congreso, Fernández de la Vega tiene la intención de despedirse el martes de sus compañeros en el grupo socialista y, posteriormente, de hacer lo mismo en Valencia, provincia por la que fue elegida diputada.

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