El Índice de Rechazo de TEU Oceánicos de China a EEUU no deja de aumentar

La fuerte subida de aranceles por parte de Estados Unidos a China está teniendo consecuencias directas sobre las navieras. Con unos aranceles del 145 %, es previsible que las importaciones estadounidenses de productos chinos desciendan de forma drástica, y eso podría afectar al precio de los fletes.
Para intentar mantener la estabilidad, las navieras están aumentando su índice de rechazo de transporte de contenedores de 20 pies (TEU) en la ruta de China a Estados Unidos.
Un índice que mide la "salud" del comercio internacional
El Índice de Rechazo de TEU Oceánicos (Ocean TEU Rejection Index) es un indicador logístico que sirve para medir el porcentaje de solicitudes de carga de contenedores que son rechazadas por las navieras en una ruta específica.
Indica la cantidad de contenedores solicitados por los exportadores que no son aceptados por las navieras para ser transportados hasta su país de destino. De esta forma, si se solicita la movilización de 1.000 TEU y se rechazan 200, el índice sería del 20 %.
Este índice, situado ahora por encima del 20 %, tiene importancia en el comercio internacional porque ayuda a medir la relación entre la oferta y la demanda. Cuando es alto, es sinónimo de que hay más demanda de transporte que capacidad disponible, lo que puede hacer subir el precio de los fletes.
Cuando el índice sube esto puede ser consecuencia de una congestión portuaria o de la escasez de espacio en los buques.
En la actualidad, este fenómeno es consecuencia de las medidas que están adoptando las navieras para intentar paliar el impacto que la caída de la demanda tendrá en las tarifas. Para ello, están adoptando soluciones como emplear buques más pequeños para cubrir la ruta de China a EEUU, cancelar algunos viajes y hasta suspender bucles de servicio completos (rutas regulares que hacen escala en una secuencia establecida de puertos).
Los expertos destacan que los transportistas marítimos están reduciendo su capacidad de envío de contenedores de China a Estados Unidos a un ritmo más rápido que durante las primeras semanas de la crisis del COVID-19.
Por el momento no se prevén problemas de abastecimiento porque los productos propios de la temporada de verano ya están en los almacenes estadounidenses. Sin embargo, los analistas creen que la fuerte reducción de capacidad de transporte puede convertirse en un riesgo de cara al aprovisionamiento para el otoño, e incluso para la Navidad, que en EEUU suele arrancar en agosto.
Caídas de entre el 30 % y el 50 % en el transporte marítimo
Tras el anuncio de Trump de subir los aranceles a los productos procedentes de China hasta el 145 %, el comercio entre ambos países se ha visto resentido.
Son muchos los importadores estadounidenses que han cancelado sus pedidos o los han puesto en pausa, a la espera de una posible negociación entre EEUU y China que devuelva un poco de normalidad a la situación.
Los especialistas destacan que el impacto de los aranceles no se ha hecho esperar. En las últimas semanas, la demanda de transporte marítimo de China a Estados Unidos ha descendido entre un 30 % y un 50 %. Gene Seroka, director ejecutivo del Puerto de Los Ángeles, habla de una caída de volúmenes del 35 %.
Son las navieras las que están sufriendo los daños colaterales de esta situación y, por eso, están tomando medidas para equilibrar la oferta y la demanda.
Los especialistas también destacan que, a pesar de la inestabilidad, los fletes están mostrando una gran resiliencia. Los precios de la ruta transpacífica solo han disminuido ligeramente desde primeros de abril, y no se esperan grandes caídas en las próximas semanas.
Los grandes del e-commerce chino toman medidas
Los aranceles estadounidenses están obligando a muchas empresas chinas a replantearse su modelo de negocio.
Tras la desaparición de la exención de minimis el pasado 2 de mayo, que permitía el ingreso en EEUU sin pagar aranceles a mercancías por debajo de un valor de 800 dólares, Temu está haciendo cambios.
El gigante asiático del comercio electrónico ya solo ofrece a sus clientes en Estados Unidos productos que les puede hacer llegar a través de sus almacenes locales, porque esta es la única manera de no tener que subir los precios.
Shein, sin embargo, ha preferido optar por una estrategia de subida de precios para hacer frente a los aranceles.