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Consulta pública sobre la OPA del BBVA al Sabadell: qué implica y cómo participar

El Ejecutivo ha lanzado una consulta pública para valorar el impacto de la OPA hostil del BBVA sobre el Banco Sabadell. La medida, que no es vinculante, servirá para recoger opiniones de ciudadanos y entidades sobre posibles efectos en el interés general

OPA BBVA SABADELL / Montaje
OPA BBVA SABADELL / Montaje

Tras la aprobación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el Gobierno español ha asumido el control de la última fase en el proceso de la oferta pública de adquisición (OPA) del BBVA sobre el Banco Sabadell. En una decisión sin precedentes en este tipo de operaciones, el Ejecutivo ha abierto una consulta pública previa con el objetivo de escuchar a la sociedad civil, entidades privadas y otros actores clave antes de tomar una postura definitiva.

Un procedimiento inédito para una OPA hostil

Aunque las consultas públicas son habituales en la tramitación normativa, nunca antes se había aplicado este mecanismo a una operación de adquisición empresarial de este tipo. Tal como explican desde el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa —organismo encargado de esta consulta en particular—, el objetivo es "obtener una capa más de información" sobre un proceso que podría tener implicaciones económicas y sociales de gran calado.

La consulta, iniciada oficialmente este martes 6 de mayo, estará abierta durante siete días hábiles, concluyendo el próximo 16 de mayo. A través de un formulario disponible en la web del Ministerio, cualquier ciudadano u organización puede aportar su opinión sobre si esta OPA afecta a intereses generales más allá de la competencia económica.

¿En qué consiste la consulta pública?

El formulario al que se accede previa identificación plantea una pregunta clave: ¿existen criterios de interés general, distintos de la defensa de la competencia, que puedan verse afectados por esta operación? En caso afirmativo, los participantes deben especificar cuáles, eligiendo entre una serie de opciones como defensa nacional, salud pública, medio ambiente, innovación tecnológica, entre otros.

Además, los usuarios pueden explicar de qué manera se verían comprometidos esos intereses y proponer medidas para salvaguardarlos. Todo ello en respuestas limitadas a 2.000 caracteres por bloque.

Participación amplia y plural

La consulta está abierta a toda la ciudadanía, así como a asociaciones, sindicatos y organizaciones empresariales. Algunas ya han expresado su intención de participar. La Asociación Española de Consumidores, por ejemplo, ha adelantado que solicitará que se mantengan las condiciones actuales de los clientes del Sabadell y que no se cierren oficinas tras la fusión.

También han mostrado preocupación entidades como Pimec y Cepyme, que han advertido sobre el impacto en las pequeñas y medianas empresas. Por su parte, sindicatos y otras asociaciones de consumidores —como Asufin o Adicae— podrían sumarse en los próximos días para manifestar sus temores sobre empleo y derechos de los usuarios.

Opiniones enfrentadas entre los protagonistas

Desde el sector financiero, el presidente del BBVA, Carlos Torres, ha mostrado “máximo respeto” a la iniciativa gubernamental, defendiendo que la OPA “conduce a beneficios para todos”. En la misma línea, el presidente del Sabadell, Josep Oliu, ha calificado la consulta como “positiva” para su entidad.

Sin embargo, las posturas dentro del Ejecutivo son dispares. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha aclarado que esta no es una consulta sobre si la OPA debe aprobarse o no, sino sobre los criterios generales que podrían verse afectados. "No es una consulta 'OPA sí, OPA no'", ha insistido.

Más tajante ha sido la vicepresidenta Yolanda Díaz, quien ha reiterado su oposición frontal a la operación: “Va en detrimento de los intereses del conjunto del país” y provocaría unos 5.000 despidos, según sus cálculos. A estas voces críticas se suman la de la vicepresidenta europea Teresa Ribera, quien advierte del riesgo de concentración bancaria, y Josep Sánchez Llibre, de Foment del Treball, quien habla de una posible pérdida de 70.000 millones en créditos al tejido productivo.

En contraste, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha criticado que el Gobierno recurra a una consulta pública, considerándolo un gesto que “descalifica” la evaluación realizada por la CNMC. También la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha rechazado el procedimiento al considerarlo ajeno al marco establecido.

¿Qué pasará tras el cierre de la consulta?

Concluida la fase de participación, el Ministerio de Economía valorará las aportaciones y decidirá si la propuesta se lleva al Consejo de Ministros. Este tendrá un mes para emitir su veredicto. Aunque el Ejecutivo no tiene competencia para bloquear la operación, sí puede imponer condiciones más estrictas que podrían disuadir al BBVA de seguir adelante.

De concretarse la OPA, la fusión convertiría a la nueva entidad en el segundo mayor banco del país. Por ello, el Gobierno sopesa cuidadosamente sus implicaciones sociales, económicas y territoriales.