El olimpismo español pide auxilio

En el deporte, como en la política, las grandes obras no se construyen en solo cuatro años. Los medallistas del 2016 son el fruto de décadas de trabajo en las categorías inferiores de las diferentes federaciones. Sin embargo, ese esfuerzo nunca habría dado sus frutos sin el respaldo económico que tuvo el sector a partir de Barcelona 92.
El programa ADO comenzó en Seúl 1988, cuando España solo consiguió cuatro medallas. En cambio, su éxito se contrastó en los siguientes Juegos cuando la delegación local logró 22 preseas (13 de ellas de oro). Ese récord todavía sigue vigente y en Río llegar a igualarlo o superarlo no es imposible, aunque supondría un gran éxito.
Hace 24 años se invirtieron 73 millones de euros en estas becas, mientras que para 2016 el gasto en esta materia ha sido de 32,5 millones de euros. La inversión pública en el olimpismo se ha reducido por debajo de la mitad porque el deporte también se privatiza con modelos exitosos como el de las Becas Podium de Telefónica o el trabajo de la UCAM, pero todavía hacen falta más empresas que inviertan en este aspecto por lo que el periodo de transición puede ser muy duro.
Tal y como reconoció, el presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, en los Desayunos Deportivos de Europa Press, las empresas invierten en el alto rendimiento, pero a medio-largo plazo hacen falta más medios para conseguir que surjan los jóvenes talentos. En resumen, no solo se trata de becar a los deportistas que necesitan el último empujón para conseguir una medalla, también hay que gastar dinero en la formación de los que están empezando. Asimismo, la situación ha llegado hasta tal punto que el presidente del COE también quiso "destacar" el papel de las familias de muchos deportistas que deben pagarse "el intentar ir a los Juegos".
Acabar con la sombra del dopaje
Además, en el contexto en el que vive el país, no hay muchas esperanzas de que los futuros presupuestos sean superiores, puesto que la inversión se dirigirá a sectores con más apoyo popular, aunque no tengan tanta repercusión para la Marca España. Los grandes clubes deportivos españoles cada vez son más ricos, los gimnasios se multiplican en todas las ciudades, los ‘runners’ inundan las calles y el negocio no para de crecer, pero todo ese dinero recaudado a costa de todo esto no repercute en la formación de nuevos deportistas. El círculo no se retroalimenta. El fútbol gozará de una salud de hierro, pero los deportes minoritarios pierden apoyos y, como asegura el presidente del COE, “la grandeza de un país se observa cuando consigue éxitos en disciplinas muy diferentes y no por acumular medallas en una sola especialidad”.
Para colmo de males, Madrid no se volverá a presentar como candidata a organizar los Juegos porque no hay inversión y porque la población dejó de creer que el sueño era posible justo cuando el Comité Olímpico Internacional daba más esperanzas para creer lo contrario. El nuevo presidente del COE, Thomas Bach, aseguró que busca candidaturas sostenibles como la que Madrid presentó en 2020. Aparentemente, el dinero en las votaciones y las obras faraónicas ya no mandan en el olimpismo.
En cambio, Alejandro Blanco también hace autocrítica y reconoce que la propuesta española tenía un gran punto flaco y que por la tozudez de las organizaciones la cuestión del dopaje sigue sin resolverse. "Si todos los países del mundo han adecuado su ley a lo que dice la AMA, nosotros no podemos ser diferentes. Hay que pensar que se ha cometido un error y que no hemos estado listos. Hay que corregirlo".
Grandes señales de cara a Río
Pese a todo, el presente del deporte español no ofrece tantas incertidumbres. Los Mundiales de los diferentes deportes suelen ser un claro indicativo de lo que ocurre en los Juegos y por lo que parece este año los resultados de Barcelona no son inalcanzables. “En los Mundiales, en 2011 ganamos 19 medallas y en 2015 fueron 22, mientras que en 2007 ganamos 20”, explicó Alejandro Blanco, que también matizó que "sin ADO estos resultados serían impensables”.
Por otra parte, el presidente del COE se muestra optimista con la imagen que va a dejar Brasil este verano. "Van a ser unos grandes Juegos, van a estar perfectamente organizados y va a haber una gran actuación de la representación que vaya". Blanco está más preocupado por la seguridad que garantizarán todas las policías del mundo que por el Zika. “ El virus creo que es una inquietud, pero no de las más grandes y sabemos a través de los médicos y las federaciones lo que nos vamos a encontrar”, comentó el exjudoca.
Finalmente, Alejandro Blanco volvió a apostar por Nadal como abanderado, aunque aclaró que “es la Junta de Presidentes de las Federaciones Olímpicas y no el presidente del COE el que lo decide". Por último, el presidente del COE sacó pecho con los resultados del deporte español porque "es imposible explicar como un país de 46 millones, con recursos con un descenso impresionante, puede ser en 2012 el primero del mundo en deportes mediáticos”.