El espíritu fiestero de Lindsay Lohan no se diluye ni con arresto domiciliario. La joven no podrá salir de casa hasta dentro de unas semanas, así que convocó a sus amigos en su azotea y organizó una fiesta a la vista de todo el mundo. Lindsay Lohan fue condenada a 480 horas de servicios a la comunidad y 35 días de arresto domiciliario por robar un valioso collar, y no parece estar pasándolo nada mal.
La ley no le deja salir de casa salvo por razones médicas, pero sí permite tener invitados, así que la protagonista de ‘Chicas Malas’ organizó este domingo una fiesta en su azotea a la que acudieron una decena de amigos, según recoge ‘Popeater’. Con la conocida playa de Venice (California) de fondo, y tomando vino y cerveza, la fiesta fue todo un éxito. Eso sí, a Lohan no se la vio probar el alcohol, y es que lo tiene prohibido como parte de su libertad condicional por conducir bajo los efectos de dicha sustancia.
Pero eso no le impidió disfrutar de la tarde, y es que Lohan estaba tan animada que incluso lució varios modelitos, empezando con unos ‘shorts’ vaqueros y una blusa azul que más tarde cambió por un vestido corto negro. A la vista de cualquier persona que pasara por la calle donde vive, la actriz celebró así que ya ha cumplido la mitad de los 35 días de arresto domiciliario. Y las fotos filtradas dan buena cuenta de ello.