La terraza del Medusa Beach Club, el restaurante de la Playa de Palma que se derrumbó el pasado jueves, no tenía licencia. El trágico suceso causó cuatro muertos y 14 personas heridas.
El restaurante no tenía licencia para acoger clientes en la terraza, según ha confirmado hoy Jaime Martínez, alcalde de Palma de Mallorca, en rueda de prensa. El sótano tenía licencia de bar musical y la planta baja tenía licencia de restaurante. Sin embargo, «la planta cubierta no dispone de licencia de actividad ni autorización para ocupar la terraza».
Por tanto, la actividad que el Medusa Beach Club realizaba en su terraza era ilegal, ya que la zona no estaba autorizada para acoger clientes. Martínez también ha revelado que al Ayuntamiento no le costa la «solicitud de ninguna licencia de obras en la zona del derrumbe».
«También consta en el expediente un informe de la edificación desfavorable», ha infromado. Después de las primeras investigaciones, todo apunta a que el derrumbe de la terraza de produjo «por una combinación de un sobrepeso de obras realizadas y la sobrecarga de uso por parte de una afluencia de personas calculada en 21″.
La principal hipótesis con la que trabajan es una sobrecarga, pero no solo de personas. «A esto se le tiene que sumar una estructura antigua que no estaba preparada para lo que se le pedía en este momento. La hipótesis principal es que punzonó la capa de compresión y provocó el derrumbe«, apunta el jefe de Bomberos en rueda de prensa.
También critican al Consistorio por no haberse dado cuenta antes del funcionamiento ilegal de la terraza, que era totalmente visible desde la alle. «No podemos tener a un funcionario detrás de cada local de los mil que hay en Palma«, señalan. Por eso, el Ayuntamiento ha anunciado que se personará en la causa cuando se abra un procedimiento judicial y también reforzarán las inspecciones en las zonas más turísticas de la ciudad.