viernes, abril 26, 2024
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«El debate de si un periódico es de derecha o izquierda creo que ya ha quedado obsoleto»

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En la arteria principal de Málaga se encuentra el Quiosco Arturo desde hace 64 años, y aunque muchos de los de la competencia han renovado su modelo de negocio, el propietario de este quiosco situado en Calle Marqués de Larios, Arturo Ferrer García (54 años), asegura que, por ahora, mantiene la forma de trabajo de su padre y abuelo y prácticamente no ha necesitado buscar alternativas para que su negocio persista.

En España, según informaron varios medios en 2022 y 2023, los quioscos experimentaron un declive considerable en las últimas décadas, debido a la digitalización de la información.

En 2022, la cadena pública RTVE afirmaba que permanecían abiertos unos 17.000 quioscos. En ese mismo año, en Madrid (ciudad que alberga la mayoría de establecimientos) la Comunidad contabilizaba 582 concesiones. Pero si hay zonas de nuestro país en las que el número de quioscos es escaso es en los municipios, donde en el 65% no hay un punto de venta donde adquirir o un diario o una revista.

Una de las alternativas a la crisis del papel y de la prensa tradicional con la que cuentan los quioscos (y de hecho muchos ya la llevan a cabo) es ampliar la oferta y vender productos como souvenirs, vinilos, plantas o artículos de decoración, etc.

Incluso hay quienes han decidido incorporar cajero automático. La empresa Urban Service Point (USP), dedicada a “transformar el sector del quiosco aportando un modelo multi-servicio”, según explican en su web, puso su primer cajero en Málaga en 2018. Y es en esta ciudad, concretamente en la calle Marqués de Larios (una de las más visitadas de la ciudad, sino es la que más) donde se encuentra el Quiosco Arturo desde 1959, hace 64 años. Arturo cuenta que su abuelo empezó el negocio en la misma calle, un poco más abajo, y que él lleva 33 años en la profesión. 

¿Cuál es tu nombre y a qué te dedicas?

Arturo, y mi profesión, bueno, soy autónomo; vendedor de prensa.

¿Desde hace cuánto trabajas en este quiosco?  

Esto es un negocio familiar y yo llegué aquí en el año 1990, o sea, que llevo ya 33 años en la profesión.

¿Cómo es trabajar de quiosquero?

La verdad que es una profesión bastante sacrificada, sobre todo porque aquí se trabajan todos los días; se empieza a trabajar desde muy temprano, no hay fiestas, no hay ponerse malo, no hay vacaciones, o sea, que si quieres vivir de esto… la verdad que tal y como está la situación es difícil.

¿Cuál es tu rutina?

Suelo llegar sobre las 7:00 de la mañana, más o menos, y hasta las 20:00 h de la tarde estoy, que es cuando suelo cerrar.

¿Cuáles son las horas más difíciles?

Por la mañana hay más trabajo, ya que hay que hacer devoluciones y muchas ventas; luego, entre las 4 y las 6 de la tarde hay un poco de parón, sobre todo en verano, que con el calorcito la gente huye; y luego a media tarde, a partir de las 7, que ya va cayendo el sol, pues ya la gente viene; y en invierno, al contrario, cuanto antes mejor, porque por las tardes aquí hay menos gente.

¿Cuáles fueron tus primeros pasos?

Pues mira, esto lo montó mi abuelo con mi padre. Antes mi abuelo estaba en el número 9 de esta calle (Marqués de Larios), y en el año 1959 llegaron aquí a este portal. Desde ese momento hemos estado juntos hasta 2016, año en el que falleció mi padre. Después de que él falleció me quedé yo.  

¿Qué ha cambiado en el sector desde que empezaste, cuando trabajabas con tu familia?

Bueno, antes había muchas más ventas y los clientes eran más asiduos. Pero hoy en día, la prensa está demasiado digitalizada, tiene mucha presencia en las redes sociales, entonces, la gente tiene información más rápida y utiliza otros canales, no solamente los periódicos escritos. La información ha evolucionado; y luego, los clientes de siempre van falleciendo y a los nuevos cuesta más trabajo captarlos. Por este cambio generacional está siendo más complicado, claro.

¿Qué alternativas le quedan al quiosco de toda la vida?

Supongo que va a ver que renovarse y buscar otros canales de venta, porque es verdad que no va a ser tan pronto; igual en unos años el periódico en papel o la revista irán tendiendo a desaparecer. Ya hace mucho tiempo que las grandes cabeceras que hoy en día sobreviven lo hacen gracias a las subvenciones, por lo tanto, creo que habrá que ir renovándose y habrá que cambiar el sistema de los kioscos a otro tipo de artículos, quizás enfocados más hacia la inmediatez… Ahora se está hablando de la venta de productos como los de las máquinas expendedoras de café, de joyería, otro sistema de ventas digitales, pero lo que es en sí la prensa y la revista en formato papel, poco a poco irá que cambiarlo.

Yo afortunadamente, gracias a la calle que tengo (de mucho tránsito) no me ha afectado tanto como a otros compañeros que han tenido que cerrar e incluso cambiar el sistema de negocio y, por ejemplo, poner un quiosco de souvenirs, más enfocados a los turistas. Pero aquí todavía la calle me da la posibilidad de pensármelo.

¿Cuál dirías que es el producto que más vendes?

De momento, las revistas del corazón y la prensa diaria. Son ahora mismo los que más suelen comprar los clientes.

¿Y el que menos?

Mmm, no sabría, quizás alguna revista muy técnica; alguna extranjera, que como todavía no ha vuelto a el turismo extranjero no se han comprado tanto. Fuera de las fechas vacacionales cuesta más trabajo vender las revistas extranjeras.

¿Te gusta leer?

A ver, yo cuando llego a mi casa, la verdad que no tengo tiempo, pero durante todo el día, cuando tengo un poco de tiempo, por ejemplo, después de comer (en ese tiempo repaso un poco las cabeceras) sí. Por la mañana, cuando vengo hacia acá en autobús, siempre miro los periódicos digitales un poco, ya que si hay alguna noticia interesante siempre los clientes te preguntan y está bien conversar con ellos. Hago un repaso muy deprisa porque tampoco tengo mucho tiempo para verme todas las noticias y leerlas al completo.  

¿Cómo de importante es el trato con el cliente en este tipo de negocios tan tradicionales?

Bajo mi punto de vista, lo que una persona que viene aquí quiere es que le atiendan bien. Y es verdad que, para mantener un negocio de este tipo, tan tradicional, es importante el trato con el cliente, sobre todo con los clientes antiguos. A éstos los vas a mantener siempre y cuando puedas conversar con ellos y darles un trato de confianza. También hay clientes que vienen de paso porque van al trabajo y rápidamente compran y se van. En esos casos no tratas con ellos, pero hay clientes que afortunadamente siguen manteniéndose con el paso del tiempo.

¿Qué opinión tienes sobre el periodismo? ¿Crees que sigue mandando a nivel informativo?

Desde mi punto de vista, hay cosas buenas y cosas malas en el sector. Es decir, sigue habiendo mucha información y los periodistas siguen trabajando con muchas más posibilidades y más opciones, pero es verdad que también se ha creado un pseudo periodista (periodismo ciudadano), pues cualquiera puede con su teléfono captar una noticia y convertirse en periodista. Y es cierto que muchas veces no se contrasta la noticia y se llegan a malentendidos en las redes sociales. Por ese lado yo lo veo un poco peligroso; ha habido un gran auge de este tipo de noticias a raíz de tantas redes sociales.

¿Crees que vas a seguir trayendo periódicos?

Hoy en día lo que han hecho los periódicos es reagruparse en grupos editoriales con más fuerza y con una tendencia política específica, con lo cual ahora manda más quién está detrás de las cabeceras del periódico, más que la información en sí. Muchas veces, cuando me preguntan los clientes la tendencia de ciertos periódicos, yo siempre digo lo mismo: la tendencia hoy día es la del que paga; si el que paga es de esta tendencia ese periódico va a ser esa tendencia, y si no, de otra. El debate de si un periódico es de derecha o izquierda creo que ya ha quedado obsoleto.  

Creo que hay periódicos que se han ligeramente orientado en ese sentido. Hay quien ha ido un poco más hacia el centro y quien lo ha hecho hacia un extremo. Actualmente quieren abarcar a todo el posible público, entonces ya no son tan extremistas como antes, o no son tan de izquierdas o tan de derechas.

¿Recuerdas noticias como el 11M o 11S? ¿Cómo se viven estos acontecimientos en el quiosco?

Pues mira, las noticias buenas, aunque sean muy buenas, pasan desapercibidas, como que son muy efímeras. Sin embargo, las malas noticias o las catástrofes venden cien mil veces más que cualquier tipo de noticia buena. El atentado, un accidente de tren, un accidente de avión, cualquier cosa de ese tipo vende muchísimo más, por el morbo que tiene. La propia gente acude a los quioscos y preguntan por la catástrofe. Siempre ha habido mucha demanda de información en esos casos.

¿Crees que al estar tan en contacto con la información el quiosquero está más informado que la media de la profesión? ¿O no crees que tenga que ver?

Yo creo que también depende de la persona, aunque creo que el quiosquero, al tener siempre al alcance tanto la prensa como la revista y la información de verdad (que con el tema de digitalización mucha gente puede quedarse en la superficie de una noticia), puede leer la noticia en profundidad. A través del formato digital quizás no puedes leer el artículo de un periodista porque tienes que estar abonado, o en las redes sociales, donde lo que se quiere es solamente el titular y punto, Ahí sí que se puede haber una diferente, porque tú puedes leer un artículo completo y eso el artículo completo tiene mucha información y ahí sí que puede haber una diferencia, ya que podemos estar mucho más informados.

La oferta de noticias en las redes sociales es inmensa, ¿qué puntos positivos y negativos ves a la hora de consumir una información?

Bueno, está claro que las nuevas generaciones disponen ahora de muchísimos canales de información, a los que pueden acudir para contrastar una noticia que puede ser más o menos verídica. Aun así, también es cierto que hay que profundizar más en la noticia, no quedarnos solamente en lo de arriba, en el titular. Hay que leerlas, además, para tener un criterio que te de la capacidad para distinguir muchas veces si lo que estás leyendo puede ser una noticia falsa o tiene veracidad como información periodística.  

¿Qué diferencias encuentras entre un trabajo intelectual y uno manual?

De mi trabajo destacaría la cercanía con el público, el tener con la persona un trato diferente. Hay profesiones como camarero o quiosquero en las que siempre hemos tenido a los clientes como paño de lágrimas, pues nos cuentan su vida y hay una relación mucho más cercana, más directa. Yo he heredado clientes de mi padre que me cuentan todo, como yo digo, las batallitas, y esas cosas en este tipo de negocio pues muchas veces son interesantes, porque son historias que jamás vives ni las podrías saber.

¿Qué consejo darías a nivel profesional a alguien para que encauce su vida laboral?

Sacrificio, trabajo, constancia, no venirse abajo… El esfuerzo diario es muy importante.

¿Y a nivel personal? A aquellos que quizás estén algo más “perdidos” ¿qué le dirías?

Lo primero que pienso es que la gente tiene que formarse, tiene que estudiar para tener una base, y a partir de ahí, crecer como persona. También ayuda tener un punto de vista positivo, ser honesto y generoso, ya que con eso muchas veces tienes mucho más ganado a nivel profesional. Primero eso, y luego ya puedes formarte según lo que quieras ser.

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