¿Qué hay debajo de una sotana?
En agosto del año pasado escribí en Estrella Digital un artículo titulado “Homologación de la gilipollez” criticando abiertamente la iniciativa de la Asociación de Ateos de Madrid y Librepensadores de convocar una “procesión laica” durante la JMJ. Ya lo habían intentado en la Semana Santa pasada y en la que acaba de finalizar han vuelto a las andadas con una concentración en la Puerta del Sol para reivindicar no se sabe qué. En definitiva, una provocación pendenciera y cuyo único interés es herir sensibilidades. Por descontado que me sigue pareciendo una soberana gilipollez rebosante de estulticia.
Ahora bien, sin compartir ni uno solo de sus argumentos, hay quienes dentro de la Iglesia Católica se empeñan en darles razones. Con obispos como el de Alcalá de Henares, lejos de que vuelvan las “ovejas descarriadas al redil”, como dice el Evangelio, lo único que consiguen es que los ateos huyan más espantados y los que no lo son, pero mantienen una actitud crítica hacia la jerarquía eclesiástica, aumenten el rechazo a esas arcaicas estructuras.
Como se puede leer en la información de Estrella Digital, el Obispo de Alcalá de Henares, Monseñor Reig Pla, llegó a comparar la homosexualidad con la prostitución. "Llevados por tantas ideologías que acaban por no orientar bien lo que es la sexualidad humana, piensan ya desde niños que tienen atracción hacia las personas de su mismo sexo. Y a veces para comprobarlo se corrompen y se prostituyen, o van a clubes de hombres nocturnos.(…) Os aseguro que encuentran el infierno”.
Pobres infelices… hacer compañía a Pedro Botero, probablemente, será su destino. ¿Pero no habrá muchos otros que también se merezcan echarle una mano en el trabajo de calentar la caldera?
El Obispo de Alcalá antes de ser “fraile” debió ser cocinero y nadie como él conocerá lo que se cocía en los seminarios.
Habla de “clubes de hombres nocturnos”. Además de los locales gais, también puede que se esté refiriendo a sacristías, seminarios, colegios religiosos, congregaciones, conventos, monasterios… donde algunos ministros de Dios consumaban sus aberraciones. Hasta el Papa ha tenido que pedir perdón por los abusos sexuales de párrocos y obispos por las prácticas sexuales de sus pastores. ¿Es que nadie ha oído hablar de la sobrina del cura? ¿Alguien conocía al padre o a la madre de la sobrina del cura?
Parece que el Obispo de Alcalá, tampoco.
De haberlos conocido se habría callado y evitado decir semejante gilipollez. Del mismo modo que en la sociedad laica existen homosexuales, también los hay, aunque en la clandestinidad, en la curia. Pero se da una notable diferencia y diferente comportamiento de la Iglesia hacia ellos. Mientras denuncian la homosexualidad en la sociedad, la ocultan entre los suyos y miran hacia otro lado. Mientras sus homilías, como la del Obispo de Alcalá, atacan y demonizan a los gais, justifican a los curas que tienen la misma tendencia sexual y abusan de menores como se ha visto en Irlanda, Bélgica, Alemania, Francia, Canadá, Estados Unidos, España…
Los niños sometidos a vejaciones sexuales por curas y obispos abusadores no iban a “clubes de hombres nocturnos”. Solamente iban a misa.
Así que mejor que se calle el Obispo de Alcalá, porque debajo de una sotana siempre hay un hombre, con todos sus defectos y sus virtudes. Y también sus depravaciones.
La historia reciente invita a la Iglesia a callar y purgar sus pecados, cosa que no he entendido Monseñor Reig Pla. Si lo hubiera hecho también habría citado a Marcial Merciel como otro que puede haber encontrado el infierno. El fundador de los Legionarios de Cristo Rey tenía un demonio debajo de su sotana. Es lo que tienen muchos curas.
Otras sotanas tiene debajo a un hombre.
Alfonso García-Estrella Digital
Estrella Digital respeta y promueve la libertad de prensa y de expresión. Las opiniones de los columnistas son libres y propias y no tienen que ser necesariamente compartidas por la línea editorial del periódico.
Alfonso García