Pensiones y política
Cada día entiendo menos a esta izquierda desorientada y a la deriva que sólo encuentra refugio en el jurásico. Me parece bastante patético que el PSOE tenga que buscar abrigo en el Felipe González de hace 30 años y en una etapa que, dicho sea de paso, terminó metida hasta el cuello en el fango de la corrupción y el terrorismo de Estado.
ZP también dijo que no bajaría las pensiones y luego las bajó de tapadillo
Aún así, lo que me produce, realmente, pasmo es que se escandalice porque Mariano Rajoy no cumpla sus promesas electorales cuando eso lo aprendimos todos de un insigne profesor socialista llamado Enrique Tierno Galván. Aquel sabio profesor que, siendo alcalde de Madrid, lo mismo proponía a los jóvenes que se ‘colocasen’ que se burlaba de los madrileños escribiendo bandos, dijo un día que ‘las promesas electorales se hacían para no cumplirse’. Lo dijo, lo dijo. Y como era tan buen profesor, casi todos los políticos lo aprendieron de carrerilla. Primero, el propio González y el Olvidable ZP, más que nadie. De hecho, el Olvidable, durante su mandato, se inventó casi todo sobre la marcha, incluida, una negociación política con ETA. Por eso, no sé de que se queja ahora el PSOE porque Rajoy haya hecho lo mismo que él, respecto a las pensiones. ZP también dijo que no las bajaría y luego las bajó de tapadillo aunque dijera que las congelaba. Era un maestro del eufemismo. Pero el resultado fue que los pensionistas recibieron, proporcionalmente, la misma cantidad de dinero que con Rajoy.
No voy a defender lo hecho ahora por Rajoy. Todo lo contrario. De lo que me quejo es de la poca memoria que tiene la izquierda para algunas cosas. Resulta curioso que le guste la memoria histórica y no le interese la memoria cercana.
Entre la acción del Olvidable y la de Rajoy, puesto que las dos medidas vienen impuestas por la UE, sólo hay una diferencia: que a ZP no le sirvió para nada. De hecho, tuvo un coste político tremendo: el PSOE ha perdido, desde entonces, todas las elecciones a las que se ha presentado, incluidas, Andalucía y Asturias. Y, en cambio, Rajoy, salvo unas elecciones europeas que dan un poco igual, ya no tendrá que presentarse al veredicto de las urnas hasta dentro de tres años. Y, tal y como van las cosas, dentro de tres años ya nadie se acordará de ello porque todo lo habrá restituido.
Al Gobierno no hay que atacarlo porque no haya subido las pensiones, sino por decir que lo ha hecho como un ‘ejercicio de responsabilidad’
Y esto es una realidad tangible con la que recuerdo a algunos que la realidad política es así de fría, distante e impúdica. En España, en Europa y en el mundo. Y, por lo tanto, no se puede tener distintas varas de medir. Trinidad Jiménez no es creíble. Es peripatética.
Al Gobierno de Rajoy no hay que atacarlo porque no haya subido las pensiones (porque las ha subido), sino por decir que lo ha hecho como un ‘ejercicio de responsabilidad’. Ahí, a la señora Báñez le ha faltado imaginación y le ha sobrado improvisación. Le hubiera bastado con que dijese que se ha hecho por imperativo de la UE. Por necesidad. Por cualquier cosa menos por responsabilidad. Suena mal. Casi a insulto.
Tenía que haber dicho que la decisión del Gobierno español es un sacrificio que se pide a los pensionistas para aminorar el déficit, como ha asegurado el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, porque de lo que se trata, precisamente, es de cumplir con la palabra dada a Europa que, a fin de cuentas, será nuestra salvación.
La sonrisa de la Avispa
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