Miguel Montes Neiro

Hoy se celebra el último Consejo de Ministros presidido por José Luís Rodríguez Zapatero. Aleluya. Y, por ser el último, Zapatero va a hacer algo piadoso. No por propia voluntad sino a causa, de nuevo, de la influencia de las redes sociales, pero piadoso a fin de cuentas. Si hace unas semanas, el mundo de internet impidió la aprobación de la Ley Sinde en el Consejo de Ministros, hoy van a conseguir, en el último, que el Gobierno indulte a Miguel Montes Neiro.

Miguel Montes Neiro es un preso que lleva más de 35 años entre rejas sin haber cometido ningún delito de sangre. Que ya es tiempo. Y que, por fin, hoy el Gobierno que hizo la vista gorda o favoreció la salida a la calle de asesinos como Iñaki de Juana, tenga piedad y lo indulte.

Montes Neiro es un tipo singular. Un bandido que fue encarcelado, por primera vez, por haber extraviado un fusil mientras hacía el servicio militar en 1976 (acusación que luego se demostró era falsa), y que fue enlazando condenas y fugas que añadieron nuevas penas a las ya acumuladas. En 1978 participó en un motín carcelario. Tres años después, fue implicado en el atraco a una joyería… Tiene varias fugas en su haber… En fin, que Miguelito es una perla. Algo así como El Lute del siglo XXI.

Pero ahora tiene 61 años, está muy enfermo y lleva más de la mitad de su vida en la cárcel cumpliendo una especie de Doctrina Parot muy particular.

Hoy va a ser indultado como un acto de justicia por el Gobierno. Porque de no hacerlo, Miguel terminaría cumpliendo más de 40 años en la cárcel.

Algo inaudito en un país en el que asesinos condenados a miles de años no cumplen ni siquiera dos años por cada crimen cometido.

Y todos sabemos a qué me refiero.