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Las reformas y los escaños

Desde el domingo, he leído, aproximadamente, 843 análisis de las elecciones catalanas. O más. Aún así, ha habido un artículo que he echado de menos. Y no lo entiendo.

Y es que resulta sorprendente que, pese a la algarabía que viene llevando a cabo la izquierda española en la calle desde hace meses, el PP no deje de subir escaños en las elecciones que se celebran. Algo no nos están contando los bullangueros o alguien no nos está contando toda la verdad.

Y es que, cuando todo el mundo esperaba una debacle del PP en Galicia, donde Rajoy se iba a enterar de lo que valía un peine, ya que los medios de izquierda se empeñaron en extrapolar unas elecciones autonómicas hasta convertirlas en una especie de primarias a nivel nacional, resultó que los gallegos no solo le volvieron a dar la mayoría absoluta al PP sino que aumentaron los escaños. Extrañamente, se hundió el PSOE.

Es cierto que en el País Vasco, el PP no mejoró sus números. Pero había una explicación lógica y no dependiente de las reformas. Allí, aparte de que no es fácil ser del PP porque no hay libertad, el partido de Rajoy había sido el tonto útil de Patxi López en su desgobierno y eso no era fácil de olvidar por la ciudadanía. Curiosamente, tras gobernar y adelantar las elecciones, el tal Patxi hundió a su partido. Cosa inaudita porque las elecciones se suelen adelantar para ganar. Algo parecido a lo que le ha ocurrido a Artur Mas. No tiene sentido adelantar elecciones para palmar.

El PP en Cataluña ha subido un escaño

Pero volvamos al tema. En un gran clima de jarana callejera, también se convocaron las elecciones catalanas. El pronóstico era más o menos el mismo que en las elecciones gallegas. Y se pronosticaba que la política de Rajoy sería castigada con dureza. Las reformas llevadas a cabo, los recortes y la política de ahorro le iban a pasar factura al Presidente del Gobierno de España. Ahora sí que se iba a enterar de lo que valía un peine.

Pero la realidad ha sido que el PP, en Cataluña, ha subido un escaño. Algo no cuadra. Porque, además, el partido que se ha vuelto a hundir ha sido el PSOE, que es el gran urdidor de toda la bullanga por muchos paños calientes que quieran ponerle a la derrota el gran Rubalcaba y la espléndida Valenciano.

¿Que está pasando entonces en España? ¿Por qué, aparentemente, el PP está agotado en la calle y, en cambio, ese agotamiento no se refleja en las elecciones?

No lo sé, aunque me lo imagino... La izquierda cuando pierde en las urnas siempre toma la calle. Es una máxima leninista. Incluso, se dio en la proclamación de la II República, como está demostrado fehacientemente.

La izquierda cuando pierde en las urnas siempre toma la calle

Y lo digo poniendo especial énfasis en algunos integrantes de la Sanidad madrileña que, en estos días, quieren soliviantar la calle con algo que se ha inventado la propia izquierda porque protestan contra lo que no ha dicho el Gobierno de Madrid. Pero en fin, están en su derecho de clamar al cielo.

Aquí, lo que algunos no entendemos es cómo tanta protesta no se ve, por ahora, reflejada en las urnas, que es donde cada uno pone su verdadero estado de ánimo en forma de voto. Y eso no deja de ser simbólico.

La Avispa-Estrella Digital

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