La Unión Europea acota las ensoñaciones de Mas
No se atisba la mayoría absoluta de CiU con grietas entre las posiciones de Artur Mas y Josep Antoni Duran i Lleida. El primero promueve la independencia de Cataluña dentro de la UE. El segundo alerta de una Cataluña fuera de Europa.
Pero lo más importante son las ya reiteradas advertencias de Herman Van Rompuy y Viviane Rending: fuera de España no hay sitio para Cataluña en la Unión Europea. Se desarma el puzle de Artur Mas. No es factible la independencia con la Constitución, pero además fuera de España está el frio de estar fuera del Euro y de la Unión Europea.
La campaña electoral catalana esta hurtando a los ciudadanos un debate serio sobre las políticas a aplicar en la Generalitat desde una economía en quiebra. Los bonos patrióticos que emitió Cataluña no tienen ningún valor. No hay financiación internacional fuera de España. Lo lógico sería empujar a la economía española para que reflote la economía catalana.
Hay que felicitar a la sociedad española -con excepción de las declaraciones extemporáneas y habituales de José Ignacio Wert- por mantener la cordura y no entrar en una espiral de confrontación con Artur Mas. A la provocación hay que contestar con racionalidad.
La gran tragedia del próximo parlamento catalán radica en la desestabilización de su equilibrio con la presumible debacle del PSC que debiera jugar un papel de equilibrio. El aumento el PP y la nueva eclosión de ERC augura radicalidad.
CiU tiene encendidas las luces cortas y ni siquiera ha encendido las de niebla para la crisis económica. Cuando se evaporen los efluvios de esta campaña volverá la dura realidad. Y el desencuentro que está cultivando CiU con el resto de España no favorecerá ni acuerdos ni entendimientos con el resto de la sociedad española.
El patriotismo desbordado -sea catalán o español- es germen de grandes tragedias. Sacar pecho para envolverse en la bandera puede ocultar la realidad pero genera una dinámica hacia la catástrofe. En esas estamos. Pero los catalanes debieran saber que el menú de la independencia es de platos fijos, y uno de ellos es situarse fuera de la Unión Europea.
Estrella Digital respeta y promueve la libertad de prensa y de expresión. Las opiniones de los columnistas son libres y propias y no tienen que ser necesariamente compartidas por la línea editorial del periódico.