Kit del indignado

Si en próximas semanas les rebajan el sueldo y suben el IVA, corran hacia el almacén o tienda más cercana y hágase con un completo “Kit del Indignado” antes de que se agoten. Ya saben: tienda de campaña, camping-gas, sillas plegables, colchoneta, polar para el invierno, etc. Será el regalo estrella en Navidades, Reyes y Rebajas.

No estoy animando a una revolución. Estoy haciendo patria. Me explicaré: nuestro país en las últimas épocas ha sido portada en el mundo únicamente por los deportes. Para encontrar un antecedente sociocultural que crease tendencia en todo el orbe nos tenemos que remitir al “Macarena” de Los del Río. Este yermo período finalizó este año cuando la “Spanish Revolution” prendió en todo el mundo. Es para estar orgullosos, pero también representa una responsabilidad: habrá que cuidar nuestra criatura y no dejar que estropeé su magnífico futuro a causa de malas compañías, líderes sobrevenidos o consejos interesados.

Al invento se le abren grandes posibilidades en el 2012. De momento va a ser la única oposición. Incomprensiblemente todo el mundo está de acuerdo en que merecemos unos azotes por haber sido muy malos y caprichosos. Servidor no acaba de entenderlo, pero bueno: el asunto está así y con el sistema hemos topado.

Otra posibilidad es la de viajar: cuando usted, honrado indignado, plante su tienda de campaña ante la presidencia de su Comunidad, un propio acudirá para decirle que sus problemas proceden de Madrid. En la Capital les recibirá un ujier que le enviará a Bruselas. Allí se sorprenderán que no haya hecho una parada en París ante el Eliseo y le aconsejará que se dirija allí. En plenos Campos Elíseos, algún gendarme le remitirá a Merkelandia. En los jardines vecinos al Reichtag, en Berlín, podrá aparcar su tienda. Serán cinco o diez minutos de paz y sosiego en tan bello marco hasta que lleguen los antidisturbios, pues por aquellos lares no se andan con chiquitas: están diplomados en derribos de muros y demás masters.

Este periplo sin duda se popularizará como una nueva peregrinación al estilo del Camino de Santiago pero al revés. Será de Sur a Norte. Lamento decir que creo que no se ganará Jubileo alguno. Más bien unas bofetadas las cuales resultarán muy apropiadas para esta nueva era masoquista que estamos celebrando. En cualquier caso, no desdeñemos la posibilidad de hacer nuevos amigos e incluso “ligar”, lo cual puede rebajar momentáneamente nuestro nivel de indignación.

Mi preocupación consiste en que mantengamos la españolidad de nuestro invento. Indignados sí. Pero ante todo españoles: peinados, limpios, equipados, con muda de ropa interior, bien vestidos y calzados. Demos ejemplo al mundo.

Así que háganse con el “Kit del Indignado” que, seguro, lo amortizarán.

Hasta la próxima semana.

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