Última hora

Hasta el Gorro de Tamara

¿Estará embarazada? ¿Tendrá problemas conyugales? ¿Estará estresada? ¿Le han detectado una enfermedad grave? No sé si el personal va a poder dormir a partir de ahora hasta que no se resuelva el enigma de Tamara Gorro.

Ella misma se ha encargado de hacernos saber que deja momentáneamente la televisión, pero, como si ella fuera la que hace, por ejemplo, los rótulos de Sálvame, esos que se pasan todo el programa anunciando algo que al final muchas veces nunca llega, no de aclarar el por qué.

"Circunstancias personales", según cuenta, es por lo que ha decidido abandonar su puesto de trabajo en Mujeres, hombres y viceversa, donde ejerce como "asesora de amor" (la de profesiones ridículas que hay en este mundo) y en ¡Qué tiempo tan feliz! donde simplemente es "colaboradora" (qué vulgaridad, viniendo de alguienn como ella).

¿Y? Y qué más, vamos, es lo que se pregunta la insaciable audiencia de Telecinco. No les puede dejar así. Esa gente no va a dormir, no va a poder rendir por tanto en sus trabajos. Lo que haya contado este lunes Rajoy a cinco periódicos europeos no interesa a nadie. Saber cuáles son esas "circunstancias personales", sí.

La que fuera Miss Segovia, quizás la que menos cochinillos ha comido en esa ciudad, viendo su tipito, se había hecho ya una habitual de la cadena, y ésta lo mismo contaba con ella para Supervivientes que para Enemigos Íntimos, Mira quien salta o, por supuesto, Sálvame (donde cualquier personaje que se precie de estos, salido de la nada, tiene que aparecer al menos una vez), cuando menos ha querido tranquilizar en parte las neuronas del personal asegurando que, como MacArthur, volverá algún día a la casa que, según ella, la vio nacer.

Menos mal. Qué alegría, qué alboroto... Ya no serán necesarias tantas tilas. Y menos si todo el personal descubre que Tamara va a seguir en contacto con el personal desde su blog, que promete actualizar al menos una vez por semana. Eso ya es otra cosa. El país puede volver a funcionar.

La mosca