Falta peso específico
Vivimos días convulsos y confusos. Formar parte de la UE fue en su día la gran ilusión de toda una generación de españoles. No estoy seguro de que la mayoría siga pensando lo mismo a la vista de las indiferencias con la que nuestros socios observan el calvario financiero que estamos soportando. Con Alemania a la cabeza, marcando la pauta que impide que el Banco Central Europeo intervenga comprando deuda española como forma de aliviar la brutal presión de los mercados. De los especuladores, por decirlo con palabras del ministro García Margallo. No deja de ser llamativo que haya sido el titular de la diplomacia española quien para definir el drama financiero que nos aflige haya empleado las palabras más directas y, por lo mismo, menos afines a la jerga diplomática. Porque de eso se trata: de acoso, de maniobras especulativas orientadas a provocar más y más el alza de la tasa de interés a la que España debe hacer frente para colocar deuda a corto, medio y largo plazo. Solo la falta de peso político de nuestros políticos permite explicar el que estando como dicen estar convencidos de que "si interviene el BCE (comprando deuda), el lunes se acaba el problema" (Esteban González Pons), no tengamos noticia de que Mariano Rajoy haya llamando a la canciller alemana (Angela Merkel) para anunciar que España no va a seguir jugando en la UE con las manos atadas. Pagando tasas de interés del 7 por ciento, mientras el BCE (Mario Draghi) se pone de perfil y dice que el banco no está para "resolver los problema financieros nacionales".
Un cinismo insoportable porque todos recordamos que su antecesor, Jean-Claude Trichet, intervino en diciembre de 2010 comprando bonos de deuda de países comunitarios y ni se hundieron los cimientos de la sede del banco en Frankfurt, ni nadie se inmoló a la bonzo porque actuara como la Reserva Federal de los EE.UU. o el Banco de Inglaterra. Ya digo, nos falta peso político en Europa. Peso político y coraje para decir donde hay que decirlo y cuando hay que decirlo que España y los españoles no pueden seguir soportando por más tiempo esta situación.
Estrella Digital respeta y promueve la libertad de prensa y de expresión. Las opiniones de los columnistas son libres y propias y no tienen que ser necesariamente compartidas por la línea editorial del periódico.
Fermín Bocos