El Gobierno debe explicarse
Discapacitados y usuarios, profesionales y pacientes de la sanidad pública madrileña se movilizaban ayer en defensa del sistema público de salud y de protección social y en contra de los recortes económicos del gobierno. La decisión del Gobierno de no revalorizar las pensiones pone en evidencia que en la respuesta pública hay un claro componente de desengaño político, puesto que nada de lo que se decide tiene que ver con lo que se aseguraba en la campaña electoral o, como en el caso de las pensiones, hace una semana, justo antes de la campaña electoral catalana.
Que el Gobierno de Ignacio González, cuya legitimidad como presidente está claramente reñida con la legalidad que le asiste, sea capaz de mentir y falsear la realidad a su conveniencia, engañando a sus propios votantes con el mismo entusiasmo con el que manipula los medios de comunicación o usa el Gobierno en beneficio de sus intereses políticos personales, no es una novedad.
Pero que el Gobierno de España sucumba continuamente al oportunismo electoral y planifique su estrategia de acuerdo con sus particulares necesidades y no con la objetiva realidad que padecemos, es muy desalentador. Tanto como esa absurda renuncia a pasar por el parlamento, sede de la soberanía nacional, para explicar con la claridad que cada decisión merece, la estrategia económica del ejecutivo. Inexplicable una cosa, injustificable, la otra.
Editorial Estrella