El acuerdo es imposible
Felipe González, el gran guía de la rama del socialismo rubalcabista, dijo este lunes en una larga entrevista en su diario de cabecera, que “Rajoy tiene la obligación de convocar a un gran acuerdo nacional para salir de la crisis y para actuar en Europa”. A continuación, salió Alfredo a pedir ese gran acuerdo y para presionar a Europa. Y a mí esto de los acuerdos nacionales me parece muy bien. Porque hace quedar a los políticos estupendamente. Pero una cosa es predicar y otra dar trigo. Y creo que ese acuerdo sólo es un concepto bonito. Pero inasumible. Porque mientras estos líderes socialistas piden ese gran acuerdo nacional, el PSOE viene haciendo lo que le da la gana desde hace cinco o seis años. Incluido el periodo que va desde noviembre de 2011 hasta la actualidad. Los primeros años no escuchaba metido en Pactos del Tinell y en cordones sanitarios y, ahora, ni siquiera se abstiene en las reformas que, desde enero, ha venido proponiendo Rajoy. Directamente, ha votado en contra. Y eso que Rubalcaba sabe, mejor que nadie, que no hay dinero y que hay que cortar por lo sano. Estuvo allí.
Y es bueno recordar, de vez en cuando, la situación que había en España cuando Mariano Rajoy asumió la responsabilidad de gobernar. De hecho, el Olvidable ZP admitió, no hace mucho, en una entrevista concedida a la cadena Al Jazeera (lo que no deja de ser significativo) que "sufriríamos menos si hubiéramos ahorrado más y hubiéramos tomado menos dinero prestado del exterior". Le faltó decir que lo gastó en hacer tonterías como los ‘Planes E’ o los 400 euros que beneficiaban por igual a los nietos de Botín que a un chico que trabajaba en una pizzería.
Ahora, siete meses después, las cuentas se resumen en una deuda total de 997.000 millones de euros, el 92,1 % del PIB, de los que 800.000 millones corresponden a todas las administraciones (central, autonómica y local) y aquella barra libre.
El diario ABC ha publicado un estudio impresionante en el que se detallan las facturas. Remito a quien quiera verlas que las visite para no ser aquí exhaustivo. Es un informe espectacular.
Por cierto, en él, se recuerda también cómo el Gobierno que vice-presidía Rubalcaba se había comprometido con la Unión Europea a finalizar 2011 con un déficit del 6%. Cómo, días después de llegar al Gobierno, Rajoy se encontró que era del 8% y cómo, a día de hoy, ha terminado siendo del 8,9. Y que el año pasado nos gastamos 25.000 millones de euros más de los que nos habíamos comprometido con nuestros socios de la Unión Europea, con lo que se gastaron 90.000 millones de euros más de lo que ingresamos.
¿A qué acuerdo hay que llegar con estas cifras? A mi entender, a ninguno. Lo que debería hacer Rubalcaba, si fuese sensato, es decir públicamente que se pone al servicio del Gobierno pero no para negociar un acuerdo sino para, colaborando, hacerse perdonar el gran dislate socialista. Y esa colaboración tendría que empezar, directamente, con la reforma del Estado y no perdiendo el tiempo en una negociación de la reducción del gasto partida a partida. Y por supuesto, en una colaboración al margen de los partidos nacionalistas, radicales o personalistas. Lo demás, Alfredo, sólo es hablar por boca de ganso.
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