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Cristiano Ronaldo, el insaciable

Sí señor, todo un partidazo el que nos ofrecieron Betis y Real Madrid en el Benito Villamarín. De esos que se retinen durante mucho tiempo en la retina. Fue un encuentro de entrega, de no dar tregua y jugado de poder a poder. Ganó el Real Madrid por la enorme pegada que tiene, y sobre todo porque tiene a un depredador del área llamado Cristiano Ronaldo que no parece tener límite. El portugués es insaciable, ya lleva 99 goles marcados con el Real Madrid en liga y 32 en esta temporada. Está a un gol de los 100 en el campeonato liguero. Ya suma 127 goles oficiales con el Real Madrid, va camino de batir todos los récords como máximo goledor en la historia del club blanco.
   
El Real Madrid sumó tres puntos en parte por la gran aportación de Cristiano, tan  grande como Messi, que hizo doblete y por la fe de un Real Madrid que va de récord. De momento venció en su décima salida consecutiva. Algo que no había logrado aun ningún equipo.

El triunfo fue muy sufrido por la sencilla razón de que un  Betis muy valiente le plantó cara desde el inicio con un planteamiento muy ofensivo que hizo temblar los cimientos del equipo de Mourinho.

Lo de “Musho Betis” fue una realidad, y hasta diría que jugó mejor que el Madrid y que mereció cuanto menos el empate; pero Cristiano Ronaldo de nuevo resultó providencial para su equipo al marcar dos tantos. El luso no parece tener limites. Tiene hambre de triunfos y sobre todo de goles. Sus números volverán a marcar la pauta en el fútbol europeo.

Por lo demás gran combate el que libraron los dos equipos, y bello espectáculo el que nos brindaron. El Real Madrid salió de Sevilla sintiéndose un poco más cerca del gran objetivo, el título de liga. El Betis le exigió jugar como el futuro campeón que ya se supone, y ha salido muy fortalecido por una victoria que le costó sudar en un Benito Villamarín donde siempre los grandes la pasan canutas. Lástima que esa misma firmeza que exhibe ante los poderosos no la exponga ante rivales más débiles.
 
De la polémica arbitral, decir que ninguna de las manos tuvieron voluntariedad y por lo tanto el colegiado hizo bien en no sancionarlas. En el primer gol del Betis, la mano le da a Rubén Castro que amortigua sin querer el balón y se lo facilita a Molina. En las de Xabi Alonso, primero le da en el pie y la pelota le sale disparada hacia la mano, no cortando ningún pase ni jugada de gol; y en la última del partido, el balón da en la rodilla de Sergio Ramos y después parece que  le da en la mano. Por lo tanto nada que objetar, quien quiera ver polémica que la vea pero las cosas son como son y no del color que otros lo quieren ver. Iturralde primero, antes de lesionarse y después el cuarto árbitro Sagués Oscoz, acertaron bajo mi punto de vista.

Ante la creciente ola de sospechas arbitrales que ha emprendido el Barcelona, seguro que se hablará más de esas jugadas que del gran partido que protagonizaron béticos y madridistas, a la postre lo más importante.

Ni antes creí en el “Villarato”, cuando el Real Madrid era el segundo clasificado la temporada pasada y se quejaba, ni ahora creo que los árbitros le beneficien y perjudiquen al Barcelona, como se dice en el club azulgrana. Antes el Barcelona ganaba porque era el mejor, y ahora lo hace el Real Madrid porque está haciendo una liga sencillamente imperial. Lo demás son ganas de enredar y no aceptar la superioridad del otro.
 
Claro, que resulta muy curioso que ahora el Barcelona se queje, y hasta sorprende, bueno a mí no, que Guardiola se lamente de los árbitros con mensajes subliminales. El entrenador del Barça es de esos personajes que nunca va de cara por la vida. Nunca habla claro, es de esos que tira la piedra y esconde la mano. Ahora que está detras del Real Madrid, llora. A las personas se les conoce de verdad cuando hay problemas. Todos somos muy buenos en tiempo de bonanza. Pero amigo cuando se tuercen las cosas, sale la auténtica personalidad. Y ahora ha salido el auténtico Guardiola, el jugador que mas protestaba a los árbitros cuando era jugador y al que más expulsaron en toda la historia del Barcelona.

Habla sin querer hablar de los colegiados, pero habla. Dice sin querer decir, pero dice aunque luego trate de arreglarlo pidiendo perdón si ha podido ofender a alguien.

Como ha dicho Mourinho, y lleva razón, al final todos son iguales cuando de quejas arbitrales se trata. Lo que sucede es que uno, Mourinho lo dice sin subterfugios y equivocándose muchas veces en las formas, y Guardiola echando mano de la hipocresía, dice lo mismo pero lo hace de forma más inteligente. En el fondo los dos son iguales, cuando tienen poco de que quejarse.
 
De todas las maneras parece ser que el viento ha cambiado, eso al menos ha declarado el que fuera vicepresidente del Barcelona en la etapa de Joan Laporta, Alfons Godall, que deja un reguero de sospechas hacia el club azulgrana al insinuar que las magnificas relaciones que Laporta tenía con Villar, luego se notaba en el campo en forma de buenos arbitrajes… Ahora Rosell no quiere a Angel Villar, el presidente del la Federación Española de Fútbol, y el Barça lo está pagando, mientras que Florentino Pérez que antes no quería al máximo mandatario del fútbol español, ahora se le ha acercado y  le aprecia. Por este motivo en estos momentos el Real Madrid goza de los favores de los árbitros. Dixit el señor Godall, y se quedó tan satisfecho.

No dejan de sorprender estas declaraciones del hasta hace poco vicepresidente del Barcelona. ¿Será verdad? Si esto es así, es de vergüenza. Es para cerrar y marcharse. ¡Dejemos en paz a los árbitros!, sobre todo los dos grandes de nuestro fútbol, Barcelona y Real Madrid.


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Alfonso Celemín

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